Carlos Montero.
A principios de semana publicamos como el fin de la QE2 estaba afectando a los mercados, a través de una apreciación del dólar y una venta de posiciones de riesgo en commodities y acciones. El mecanismo de transmisión, según UBS, era el siguiente: cuando la Fed compra bonos, baja las rentabilidades de los bonos en relación a otros activos – forzando a las carteras a elevar su curva de riesgo. Ese cambio incorpora fuertes flujos de capital al extranjero – que se pueden ver en el espectacular aumento de las reservas de divisas en los últimos meses. Entonces las autoridades de los mercados emergentes imprimen moneda nacional para comprar dólares, para evitar una apreciación cambiaría excesiva. Esto provoca a continuación la subida de los depósitos en los bancos, provocando un auge en los préstamos, que a su vez es muy intensa productos – alcista para las commodities, con los consiguientes efectos sobre las divisas de las materias primas y flujos especulativos …
Los analistas de Barclays Capital dan un paso más en la explicación de este efecto y se centran en la intervención de los países asiáticos y la posibilidad de que nos encontremos ya dentro de un periodo de fortaleza del dólar. Esto es puntualmente importante debido a la gran correlación inversa que existe entre el dólar y las acciones/commodities (subidas del dólar se asocian a caídas en los mercados de acciones y de materias primas).
Y es que la mayoría de los mercados emergentes ya han informado sobre los datos oficiales de reservas en divisas extranjeras. Y la intervención parece haber sido incluso más alta en abril, rivalizando con los datos de otoño de 2010, ante la fuerte presión bajista del dólar en ese mes.
Sin embargo, como ocurrió el pasado otoño, generalmente una gran intervención ha sido seguida por un periodo de fortaleza del dólar. Por el momento, en mayo, el dólar está recuperando posiciones frente a todas las monedas del G10 (a excepción del yen), y también frente a la mayoría de las monedas de los mercados emergentes. La intervención de los bancos centrales emergentes también podría explicar el rally de la deuda estadounidense.
Según cálculos de Barclays Capital, la intervención en abril podría haber superado los 100.000 millones de dólares en los mercados emergentes que monitorizan. Para estimar esta intervención BarCap usa el cambio de las reservas de divisas extranjeras, menos los cambios debidos a los efectos de valoración de la moneda, y menos los pagos estimados de los cupones de los bonos según los datos oficiales de bonos estadounidenses que mantienen las entidades extranjeras. En términos de distribución regional, Asia (especialmente sin China) y los países emergentes en Europa mostraron las mayores subidas totales desde primavera de 2010. Las intervenciones en Latinoamérica descendieron, reflejando una fuerte caída en Brasil y Chile.
Pero, lo más importante ¿Qué efectos tiene sobre el dólar estas intervenciones? En el corto plazo, intervenciones moderadas provocan caídas para el dólar, y en el largo plazo dan apoyo al dólar, no solo contra las divisas de los países que intervienen, sino también globalmente.
Pero una intervención excesiva también podría ser positiva para el dólar en el corto plazo, ya que la retirada de dólares del mercado deja al dólar propenso a subidas en vertical si se producen noticias menos negativas. Los analistas de Barclays Capital ponen un ejemplo:
En el periodo previo a la QE2, en agosto-septiembre de 2010, la intervención en el mercado de divisas totalizó unos 300.000 millones de dólares (en torno a 2,5 veces el déficit por cuenta corriente de los Estados Unidos). Cuando el déficit por cuenta corriente comenzó a contraerse en el cuarto trimestre, el mercado se quedó muy corto de dólares, poniendo las bases para un rally del dólar cuando el tamaño de la QE2 fue menor de lo que muchos esperaban y se intensificó la crisis de Irlanda.
Lo mismo ha sucedido recientemente. En abril de 2011, el total de la intervención en los países emergentes fue 2,5 veces el déficit por cuenta corriente sobre una base anualizada. El déficit por cuenta corriente de los EEUU probablemente haya aumentado recientemente, pero no tanto como el aumento de la intervención, dejando así las bases para que se produzca un rally del billete verde en el corto plazo y el consiguiente probable impacto negativo en los mercados de acciones y de commodities.
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