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¿Se acabaron las balas de plata?

Steen Jakobsen, Economista Jefe, Saxo Bank. Podría desde componer una canción a coreografriar un baile sobre cómo en estos momentos existe riesgo tanto al alza como a la baja, pero voy a ir directo al grano. Y es que en términos netos, me estoy volviendo negativo. Mi anterior estimación para el índice S&P 500 era […]

Steen Jakobsen, Economista Jefe, Saxo Bank.

Podría desde componer una canción a coreografriar un baile sobre cómo en estos momentos existe riesgo tanto al alza como a la baja, pero voy a ir directo al grano. Y es que en términos netos, me estoy volviendo negativo.

Mi anterior estimación para el índice S&P 500 era de 1.380/1.400 puntos, sin embargo, tras el reciente máximo alcanzado en 1.371 enteros, creo que ya hemos tocado techo.

Puerta del Sol, Madrid

Estas perspectivas negativas corren el peligro de llegar en un momento de mínimos locales para el mercado, pero son muchos otros los factores que me hacen aceptar esta idea. Entre ellos destaco varios:

El oro y el S&P han empezado a moverse en direcciones contrarias, y este hecho es un indicador importante. Para que esto implique una corrección en toda regla necesitamos que ambos activos se muevan en direcciones opuestas, porque el oro debería encontrar apoyo entre los compradores nerviosos por el comportamiento de la renta variable, la situación política y las perspectivas generales. La corrección que hemos observado a lo largo de este año se ha producido en función de la liquidez, etc. Pero en esta ocasión las cosas tienen una connotación diferente.

China ha llevado y lleva la delantera desde la crisis de 2008. El país asiático ha ido a la cabeza en todas las ocasiones, tanto cuando tocaba subir como cuando tocaba bajar. Y, en las últimas sesiones, el Shanghai Composite Index se ha llevado por delante su soporte a largo plazo.

España ha marcado en su propia portería. A pesar del consenso predominante de que el riesgo para el país ibérico proviene de que se “reperfile” la deuda griega, es muy probable que este riesgo sea autoinflingido, es decir, el entorno político y económico se está deteriorando a un ritmo mucho más acelerado de lo que los políticos están dispuestos a resolverlo. Lo que ha ocurrido con las elecciones regionales y municipales ha sido una señal evidente de esta creciente presión.

La tensión social sigue latente. En estos dos últimos meses he viajado mucho por Asia, Oriente Medio y Europa y he tenido la oportunidad de comprobar que la tensión social está creciendo en todas partes. La cohesión social, o en su defecto la ausencia de cohesión, no es algo que el mercado sepa capotear dada su percepción de estos sucesos como algo “no académico”. Pero háganme caso, porque en las charlas, conversaciones y discursos que he mantenido con clientes, estos hechos son una preocupación real. Nada lo explica mejor que la determinación mostrada por la juventud española para manifestar su desaprobación hacia el gobierno y los políticos y evidenciar su difícil situación.

Atención a los patrones técnicos. Particularmente, yo utilizo un modelo de “columna vertebral” que esencialmente es un simple modelo de coyuntura, pero que te obliga a ser honesto (y ponerte largo cuando es necesario). Este modelo está lanzando enormes señales de advertencia al ponerse corto en los mercados emergentes y ve cada vez más cerca el momento de ponerse corto también en el S&P.

Valoraciones. Mis colegas profesionales Mads Koefoed y Peter Garnry han desarrollado un modelo sumamente interesante partiendo de la coyuntura y los beneficios, que aplica de forma consistente un enfoque de progesión ascendente. En estos momentos, ese modelo indica que estamos viendo valoraciones caras.

Por último, a pesar de que no considero que los fundamentales sean relevantes, mi visión negativa respecto al crecimiento asiático en particular, y sobre el crecimiento mundial en general, se están confirmando poco a poco. La primera viene derivada de unos mayores déficits fiscales a causa del menor crecimiento económico y de los impuestos aplicados sobre los ingresos.

Puede que el mundo se haya preparado para lidiar con los recortes fiscales, pero la gravedad de la situación económica está tomando la delantera a la voluntad política para enfrentarse al problema. Otro factor fundamental que se les escapa a la mayoría de los analistas es que para que la austeridad funcione debe ir de la mano de una política monetaria laxa. Este concepto se nos escapa … sin que tenga que ver qué ocurre de aquí en adelante.

Un mínimo local en el mercado de acciones es ciertamente una propuesta arriesgada. El primer riesgo evidente que enfrenta es que de la reunión del G-8 que se llevará a cabo este fin de semana surja algún tipo de consenso para solucionar los problemas. Algo que considero improbable, pero sobre lo que estoy dispuesto a asumir el riesgo. En la actualidad el BCE y los ministros de finanzas están peleando por Grecia, Portugal y pronto pelearán por España. El otro riesgo sería que aparezca algún tipo de plan Marshall que haya sido planeado en la sombra. De nuevo, estoy preparado para arriesgar una subida del 5-7% para ser conservador.

En todo lo anterior solo he incluido de manera indirecta el riesgo evidente de que la situación en Europa empeore, y la razón principal es porque hasta cierto punto esto ya está descontado. Pero, los que no se han descontado son la mayoría de factores que he descrito. Las tendencias del mercado suelen cambiar a menudo en base a los eventos políticos. En este sentido, las elecciones regionales en España fueron un catalizador clave. Cuando ves a la gente acampada en la Puerta del Sol en pleno centro urbano de Madrid, es difícil no tener presente que así comenzaron las cosas en Egipto y en el resto de países de Medio Oriente. Una tasa de desocupación del 45% entre los jóvenes y una tasa de desempleo general de más del 21% es insostenible en términos sociales.

Puede que esta dimensión social se constituya precisamente en el punto de inflexión hacia un cambio, y la razón de una corrección. Si esto se confirma, el mercado no estará preparado como yo lo estoy para analizar cualquier modelo de trading o proyección estadística que incluya la cohesión social en sus regresiones. Este podría ser un caso que ejemplifique el dicho “lo que importa no es lo que se ve, sino lo que no se ve”.

El nuevo objetivo para el S&P será de 1.225/35 puntos. Si por el contrario, el índice tira de nuevo al alza y se coloca por encima de 1.350, deberé revisar por completo mi idea. Pero, por el momento es recomendable la cautela.

Fuente: SALA DE INVERSIÓN