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El 78% de los analistas recomienda comprar en 10.000 y vender en 11.000

Virginia Martínez/ Isabel Blanco. El mercado español acumula ya veintiún meses dentro de un rango definido. Un movimiento que ha permitido acertar a aquellos que compraron en torno a los 10.000 puntos y vendieron al acercarse a los 11.000 puntos. Ahora nos encontramos en el rango bajo de esta horquilla (10.261 puntos) y la previsión […]

Virginia Martínez/ Isabel Blanco.

El mercado español acumula ya veintiún meses dentro de un rango definido. Un movimiento que ha permitido acertar a aquellos que compraron en torno a los 10.000 puntos y vendieron al acercarse a los 11.000 puntos.

Ahora nos encontramos en el rango bajo de esta horquilla (10.261 puntos) y la previsión del 78 por ciento de los analistas consultados por elEconomista es que continúe en este mismo tramo hasta los 11.000.

Algo que ha ocurrido ya en seis ocasiones (ver gráfico). Los inversores puede interpretar esta premisa como una oportunidad para comprar y aprovecharse de esa subida. Sin embargo, ¿es buen momento para subirse al tren de los pesos pesados del Ibex 35?

“La zona de los 10.000 y 11.000 puntos se ha convertido en un importante nivel psicológico para los inversores. No es de extrañar que el Ibex continúe fluctuando entre estos dos niveles mientras no se generalice un sentimiento más claro entre los inversores“, asegura Paula Hausmann, de Agenbolsa.

Y es que la idea de desaceleración de la recuperación económica al otro lado del Atlántico tras los últimos datos macroeconómicos conocidos y la falta de confianza que existe en los mercados a todo lo que lleve sello español hace que la neutralidad siga siendo el sentimiento predominante entre los inversores del mercado español (ver página 2).

Algo que ya pasaba a finales del ejercicio pasado, cuando la bolsa cayó más de un 17 por ciento por la crisis de deuda soberana periférica y el temor a que España pudiera ser contagiada por la exposición que tiene a los países ya intervenidos -Grecia e Irlanda y en 2011 también Portugal-.

Este riesgo ha vuelto a aparecer más de una vez en el ejercicio y, a pesar de ser entre los grandes índices de Europa el que mejor lo está haciendo al repuntar un 4 por ciento desde enero, ha generado una incertidumbre que impide romper ese techo.

Los movimientos laterales en el Ibex se deben, principalmente, a la indefinición de en qué punto del ciclo económico nos encontramos porque si bien hay ciertas mejoras, el crecimiento será aún débil. Lo más probable es que siga en este rango, al menos hasta finalizar 2011″, comenta Pablo García, analista de Oddo Securities.

La crisis de deuda, clave en el futuro

A la espera de que se resuelvan las dudas de la eurozona, especialmente las que afectan a Grecia, la prudencia se extiende entre los inversores. Tanto es así, que en 2011 el Ibex 35 sólo ha conseguido superar los 11.000 puntos en cuatro sesiones (primero, a comienzos de febrero y luego entre el 16 y el 18 de febrero), donde marcó su precio más alto al cerrar en los 11.113 puntos.

Sin embargo, tras alcanzar estos niveles, los rumores de que Grecia se podía ver obligada a reestructurar su deuda para poder hacer frente a los pagos del rescate volvieron a desinflar al índice, que le hicieron regresar al rango bajo del movimiento lateral.

Y es precisamente el desenlace de Grecia lo que los expertos consultados consideran clave para el devenir de la bolsa española, tanto para romper al alza la lateralidad del mercado como para perder el soporte de los 10.000.

Pedro Sastre, analista de Banca March, es uno de los expertos que considera que superar los 11.000 puntos no es misión imposible. En estos momentos, el Ibex 35 necesita sólo una subida del 7 por ciento para rebasar esta marca.

“Creemos que superar los 11.000 es más que factible, aunque para ello debe resolverse el escollo de la deuda griega”, señala.

Para ello, la firma espera que la reordenación de la deuda griega se produzca de la forma menos lesiva de lo que anticipa el mercado para los intereses de sus tenedores (básicamente extensión de vencimientos, y no las quitas del orden del 50 por ciento que algunos organismos auguran) y lo antes posible, aunque no hay urgencia, para frenar la incertidumbre y que pueda traducirse en un repunte súbito y sensible de las bolsas del Viejo Continente y en un descenso de las primas de riesgo.

Esta semana el diferencial de los bonos españoles a diez años con respecto a sus homólogos alemanes cerró en los 233 puntos básicos, mientras que llegó a superar los 265 a comienzos del ejercicio. Pese a la relajación, el director de inversiones de Popular Gestión, Rafael Hurtado, considera que “la prima de riesgo es excesiva y tendría que corregirse a lo largo de los próximos meses” y que la bolsa española ofrece claras oportunidades de compra todavía.

Más optimistas son desde Banif que prevén que si se resuelve pronto el problema de la deuda helena o se produce una mejora en los datos de crecimiento en Estados Unidos el Ibex podría ver los 12.000.

Sin embargo, no todos ven con buenos ojos la esperada reestructuración griega. Y menos después de que el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schäuble, afirmara que “tendrá consecuencias graves porque podría precipitar a los acreedores de Grecia a recuperar sus inversiones”, dejando al país en el precipicio de tener que declarar una moratoria del pago de la deuda.

La quiebra de Grecia podría tener consecuencias más dramáticas que la caída de Lehman Brothers“, estimó el ministro. Unas dudas que si persisten, alguna casa de análisis piensa que podrían ocasionar la pérdida de los 10.000.

Quiénes cotizan a precios interesantes

Algunos de los grandes bastiones del selectivo también se han movido en un rango fijo de precios durante casi los dos últimos años. “La lateralidad se ve también en los valores que componen el Ibex, como es el caso de Santander, BBVA o Telefónica”, confirma Soledad Pellón, desde IG Markets.

Este rango descubre momentos puntuales en los que los títulos han cotizado mucho más baratos que hoy y otros meses en los que en mercado se estaba pagando algo más caro su beneficio esperado. Por este motivo resulta interesante preguntarse: ¿es éste un buen momento para entrar en los blue chips dentro del rango 10.000-11.000?.

El PER -el ratio que muestra el número de veces que el precio de la acción recoge el beneficio- de las principales compañías de la bolsa española se redujo especialmente hace casi un año, cuando el selectivo se desplomó por debajo de los 9.000 puntos.

Telefónica es un claro de ejemplo de ello. En aquel momento, en el que su cotización tocó suelo en los 14,9 euros, el inversor que compró acciones sólo pagó 8 veces su beneficio esperado para 2011 -cuanto más bajo es el PER, más atractivo es el título en este sentido-.

Ahora, sus títulos están en precios mínimos del año y el ratio que se está pagando ronda las 9,2 veces, es decir, está en torno a la media de los casi dos años de lateralidad. El grupo, que ya tiene casi todo listo para dejar volar en bolsa a su filial Atento, sí que está más barato respecto al resto del sector, ya que las 20 mayores empresas de telecomunicaciones cotizan a un PER medio de 13,8 veces.

La rentabilidad que ofrece su dividendo también la sitúa como la más atractiva en el mundo de las telecos; con una retribución que ronda el 9,6 por ciento.

El caso de los dos grandes bancos, Santander y BBVA, es algo diferente. Ambos están cotizando, no sólo más baratos que los gigantes bancarios mundiales, sino a un ratio más interesante que el de los dos últimos años.

La desconfianza que todavía planea sobre el sector financiero, especialmente en la periferia europea, está situando la cotización de las dos entidades a niveles de PER atractivos (7,9 veces en Santander y 7,8 en BBVA).

Pero estos mismos temores también provocan que las firmas de inversión aún no vean el momento de comprar estos valores. El consenso de mercado aún recomienda mantener los títulos de Santander y BBVA.

El único peso pesado del Ibex en el que las casas de análisis sí que aconsejan tomar posiciones es Repsol. Eso sí, a día de hoy, el inversor no encontrará precios más atractivos que en los últimos meses, ya que el título logra un fuerte repunte -avanza un 10 por ciento en lo que va de año- tras los diferentes acuerdos estratégicos, especialmente el sellado con el grupo chino Sinopec.

Así, aunque los analistas han mejorado casi un 2 por ciento las previsiones de beneficio para 2011 desde enero -lo que situaría el PER a niveles más atractivos- su precio de mercado ha subido mucho más, por lo que el ratio de PER se sitúa ahora en las 22,4 veces, muy por encima de las 9 veces que se pagaba antes por su beneficio de 2011.

Algo similar es lo que ocurre con Inditex. En lo que va de ejercicio, los títulos del grupo textil se han revalorizado más de un 10 por ciento, pese a que hasta mediados de marzo el valor fue muy castigado en el mercado por la escalada que firmaron los precios de algunas materias primeras como el algodón.

La subida de Inditex supera el 80 por ciento si nos remontamos a julio de 2009 -cuando cotizaba por debajo de los 35 euros-, por lo que ahora es imposible encontrar el título más barato (en términos de PER) que en los últimos meses. La textil, que cumplió esta semana su décimo aniversario como compañía cotizada, aspira a seguir manteniendo un bueno ritmo de crecimiento.

Así lo asegura su futuro presidente, Pablo Isla, y los bancos de inversión también prevén aumentos en sus ganancias -entre el 10 y el 15 por ciento para los próximos dos años-. No obstante, la recomendación del conseso de mercado, por ahora, es mantener el título en cartera.

El mismo consejo se mantiene para los títulos de Iberdrola. La eléctrica está cotizando alrededor de los 6 euros, su precio medio en los dos últimos años y a un PER de 11,8 veces, también en línea con meses atrás.

Para el mercado, que ya descuenta la absorción de su filial Renovables, una de las claves que podrían marcar el devenir del grupo está, sin duda, en la progresiva titulización del déficit de tarifa, precisamente uno de los motivos por los que Moody’s elevó esta semana su perspectiva de “negativa” a “estable”.