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Ocho razones por las cuales se es un desastre para invertir en acciones

Carlos Montero. James Altucher, gestor de hedg funds además de columnista de Financial Times, The Wall Street Journal y CNBC y autor de varios libros de inversión, mantiene su visión optimista sobre el mercado y la previsión de un Dow Jones en 20.000 puntos en los próximos 18 meses. Sin embargo, su espíritu crítico le […]

Carlos Montero.

James Altucher, gestor de hedg funds además de columnista de Financial Times, The Wall Street Journal y CNBC y autor de varios libros de inversión, mantiene su visión optimista sobre el mercado y la previsión de un Dow Jones en 20.000 puntos en los próximos 18 meses. Sin embargo, su espíritu crítico le hace aconsejar primero que tomen sus propias decisiones y después señala ocho razones por las cuales uno es un desastre a la hora de negociar acciones, comentando qué hacer a cambio:

1. Usted no es tan bueno para esto. Es realmente difícil poseer acciones. No se trata tan solo de elegir una acción y verla subir 1.000%. Es comprarlas y a veces verlas caer 80% antes de que termine subiendo 20% por encima de su precio de compra. Es esperar. Es paciencia. La psicología es al menos 80% del juego. ¿Y saber cuándo vender? Incluso más difícil.

No necesito repasar las estadísticas. La mayoría de las personas venden cuando las acciones están por el piso y compran cuando están por los cielos. Nueve de cada 10 personas creen que son conductores mejores al promedio. Nueve de cada 10 personas creen que son inversionistas superiores al promedio. Ambas son matemáticamente imposibles.

2. Su competencia quiere cortarle el cuello en un callejón oscuro. Todos los buenos inversionistas salen todos los días y se aprovechan de los errores de los aficionados. Quieren quitarle la billetera, robar sus diamantes, y luego, después de que le han quitado lo que pueden, le pegarán un tiro frente a sus hijos y desaparecerán en la oscuridad de la noche.

3. Competencia, Parte II. Conozco otro tipo. Tiene un programa que escruta las bases de datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en busca de cambios microscópicos en cualquier documento. ¿Sabe usted qué ocurre cuando algunos de esos documentos cambian apenas un poco? Sale un comunicado de prensa una semana después. Una acción se paraliza. Abre al alza o a la baja en 50%. ¿Quién ganará el dólar? ¿Usted, o el tipo que escribió 100.000 líneas de código para escrutar los datos?

4. Es principalmente un fraude. He estado en la alta gerencia o vinculada con ella en dos compañías que cotizan en bolsa y, además, he conocido a muchos directores financieros. Jamás confiaría en ninguno de los informes trimestrales de los formularios 10Q, no importa cuánto cumpla con los estándares del gobierno. Enron cumplía con los principios generalmente aceptados de contabilidad de Estados Unidos (GAAP, por sus siglas en inglés), hasta que declaró la quiebra y fueron todos a la cárcel o murieron misteriosamente. Si usted estaba totalmente cargado de tales acciones usted también hubiera muerto, porque lo que ocurre a los accionistas en tales casos no es divertido.

5. La verdadera fortuna en la bolsa sólo llega si usted toma todas las decisiones equivocadas y luego tiene suerte. Daré un ejemplo: imagine que la mayor parte de su portafolio está en una acción, sin haberse diversificado por 20 o 30 años, y haberla visto caer a veces más de 50%, quizá incluso en un día. ¿Adivine quién comete errores así? Bill Gates (quien hizo su fortuna con Microsoft) y Warren Buffett (acciones de Berkshire-Hathaway). Entonces la gente que realmente gana una fortuna en la bolsa rara vez diversifica su portafolio y nunca venden. ¿Sabe usted cuánta gente se enriquece así? Menos de 100. Luego están los otros 100 millones de personas que tienen acciones.

6. Competencia, Parte III. Algunas firmas de corretaje establecen sus operaciones justo al lado de los edificios con computadoras que procesan todas las negociaciones de las bolsas. Luego pagan por cables de alta velocidad para que vayan directamente a estas bolsas para que sus transacciones lleguen allí antes que las suyas. Esta gente gana mucho dinero en los mercados al llegar a cada oferta y compra antes que los demás. Es una carrera a fondo pero se ganan miles de millones. Entonces ahora vemos que la vía para una enorme riqueza es o bien negociar en millonésimas de un segundo o tener enormes bloques de su riqueza neta en una acción por varios años. Esta no es una buena estrategia para el 99,9% de las personas.

7. ¿Y qué me dice de las transacciones que se hacen en un mismo día? Muchas personas parecen hacerlo de manera exitosa. Se me critica mucho por decir a la gente que nunca invierta de esta forma. Algunos querían mostrarme sus declaraciones de impuestos para demostrarme cuán bien negociaban. No pierdan su tiempo. Algunas personas se enriquecen tocando el violín, también. No significa que los otros 6.000 millones de personas en el planeta deberían tocar en Carnegie Hall.

8. Las acciones son realmente aburridas. Fuera de la de Apple, que es divertida. Tengo una acción ahora mismo de una empresa que fabrica un medicamento contra las irritaciones del intestino. ¿Sabe cuántas horas tuve que investigar sobre medicamentos para el síndrome del intestino irritable? ¿Y luego hablar durante horas con los presidentes ejecutivos de cada compañía que producen estos medicamentos? ¿Y luego tratar de saber cuán grande es el mercado? No es tarea fácil.

¿Admitiría usted en una encuesta que tiene síndrome de intestino irritable? Y algunas de las curas suenan peor que la enfermedad. ¿Y luego cómo valora a una de estas compañías? Dios mío, es tan aburrido. Y ahora tengo esta acción que creo le irá bien. ¿Pero cuándo? Quizás caiga por cinco años antes de que suba 1.000%. ¿Quién sabe? Quizá alguien tiene un mal día en la FDA (quizá una irritación de intestino que no fue diagnosticada) y un medicamento que todos daban por sentado que sería aceptado es rechazado. ¿Quién sabe? No importa cuánta información tenga sobre una acción, vamos a estar muertos dentro de 100 años de todas maneras. Pero, con suerte, morirán menos personas por el síndrome de intestino irritable.

¿Qué hacemos entonces? Siga a los mejores inversionistas. Diversifique mediante sus portafolios. Específicamente, compre las acciones más recientemente adquiridas por Warren Buffett.

Mastercard es su nueva elección. Tiene acciones por US$54 millones. Buffett es un inversionista demográfico, por lo que miraría sus acciones en salud (apostando a una población de la generación de posguerra en envejecimiento): GlaxoSmithKline y Sanofi. Su acción energética, Exxon, cotiza a ocho veces las ganancias.

UPS es una apuesta a una economía creciente que también tiene. Pero Costco, elegida por su mano derecha, Charlie Munger, es una apuesta de que miraremos nuestras billeteras con más cuidado. Me gusta Washington Post, una de sus elecciones más antiguas. No por el diario sino por el hecho de que todas las ganancias vienen de la creciente división de pruebas educativas Stanley Kaplan.

Además, creo que Don Graham es uno de los mejores presidentes ejecutivos. Hace falta una acción financiera. La segunda cartera más grande de Buffett es Wells Fargo, que compró durante la crisis financiera. Y una buena acción del consumidor: Buffett ha comprado Wal-Mart en los últimos años.

Compre estas acciones y reténgalas sin importar todos los vientos en contra que los medios tiren en su contra. Esta cartera está diversificada, es barata y el mejor inversionista del mundo ha escogido estas acciones para usted. No meta la pata. Es triste pero muchas personas caen en los errores típicos cuando uno negocia acciones.

Y sujétese con fuerza durante la volatilidad camino a los 20.000 puntos del Dow.

Fuente: James Altucher, director gerente de Formula Capital y autor de seis libros de inversión.