De presidente en presidente y tiro porque me toca…

El señor Arturo Fernández acaba de dar la campanada de fin de año, firmar unas cuentas sin mirarlas, argumenta que como la auditoria Deloitte dice que son buenas, pues nada, firma, comida y para casa como un buen consejero.
Perdone mi ignorancia sobre “grandes empresas”, pero muchas veces no hace falta que le pongan los números encima de la mesa para sacar una conclusión casi certera de cómo está la misma, vamos que hablar de superávit de algo que está podrido, pues entendía que me cuesta creerlo.
Aunque todavía voy a ir mas allá, hace un mes me dice el consejo del señor Rato que gana algo más de 300 millones y ahora con el señor Goirigolzarri me dicen que pierde casi 3.000 millones, creo que es para saber cual fue el fallo contable, que por otro lado usted de tonto no tiene un pelo, y en las dos ocasiones esos números le bailarían pero “por las prisas” prefiere firmar y dejar que la balsa de aceite vuelva a su sitio.
Para todo esto tengo una conclusión, cara dura señor Fernández tiene y mucha haciendo un relato de los hechos de un Banco que está siendo la mayor ruina del país, que por ello tendremos que ser rescatamos y que todo esto pueda quedarse en una anécdota.
Saludos y feliz navidad.