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Expertos en Apertura de Datos piden a todos los líderes de los partidos políticos Transparencia real y eficaz

A través de una acción en change.org y un mail dirigido a los cabezas de todos los partidos políticos, varios expertos en Open Data han comenzado una campaña por la cual explican a los partidos políticos cómo poder abrir sus datos y ser transparentes. Se trata de una petición constructiva sin buscar responsables ni culpables […]

transparencia politicaA través de una acción en change.org y un mail dirigido a los cabezas de todos los partidos políticos, varios expertos en Open Data han comenzado una campaña por la cual explican a los partidos políticos cómo poder abrir sus datos y ser transparentes.
Se trata de una petición constructiva sin buscar responsables ni culpables para que el caso Bárcenas no pueda volver a repetirse en España.
http://www.change.org/es/peticiones/a-los-responsables-de-todos-los-partidos-pol%C3%ADticos-españoles-urgente-que-todos-los-partidos-sean-transparentes-y-abran-sus-datos
Esta es la campaña con la que expertos en Gobierno Abierto, Transparencia y Datos Abiertos han comenzado su revolución. Buscan apoyos para llegar a los únicos que tienen la responsabilidad de hacerlo posible, pero sobre todo lo que buscan es que los partidos políticos cambien el márketing y la demagogia que está rodeando a los acontecimientos actuales y tomen medidas reales y factibles.
Una fórmula para que los partidos abran sus datos
Carta a: Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, Artur Mas, Cayo Lara, Rosa Díez, Laura Mintegi, Andoni Ortuzar, Yolanda Barcina, Oriol Junqueras y todos aquellas cabezas del resto de los partidos políticos con representación o con aspiraciones a tenerla.
Existen ejemplos de transparencia en algunas administraciones de España, pero no existe ningún ejemplo en este país sobre transparencia real en los partidos. Esta carta no busca criticar, tan sólo construir. Esta carta no va dirigida a los órganos intermedios ni a los tesoreros ni a los cargos intermedios de los partidos. Esta carta va dirigida a los únicos que pueden hacerlo: los líderes. Nos consta que un alto porcentaje de los políticos ni son corruptos, ni entregan su vida a la política por llenarse los bolsillos, pero los hechos de algunos han llevado a la desafección y el hartazgo de la sociedad. Señores y señoras responsables, si quieren hacer algo de verdad aquí va un consejo: dejen de excusarse, de declaraciones, de parcheo y de márketing.
Aquí va una humilde propuesta, ideada por tres personas con experiencia en poner en marcha medidas de transparencia. Esperamos, además, que esta propuesta sea mejorada y completada por otras personas. Sólo ustedes pueden asumirla. Hagan algo ya. Escuchen, busquen, comparen, aporten y, si encuentran algo mejor, ejecútenlo. No nos merecemos ni un solo día más sin transparencia real.
Hoy no vamos a pedir una buena ley de transparencia. No podemos esperar a que llegue y, además, no queremos que os sirva de excusa. No vamos a hacer un análisis de la situación, ni vamos a buscar culpables, no es nuestra intención. Hoy sólo vamos a proponer, vamos a bajar a lo práctico, lo real, lo que no necesita de acuerdos ni de plazos, tan solo de su voluntad. En su mano está tomar rápido la decisión y ejecutar. Tampoco es un brindis al sol, por nuestra trayectoria trabajando para lo público sabemos que se puede hacer, y en muy poco tiempo. La pregunta es única: ¿quieren o no?
Aquí va nuestra humilde idea:
Objetivo: una cirugía a fondo que extirpe los focos de corrupción en los partidos y que resetee el sistema para poder implantar una transparencia radical que devuelva legitimidad a las organizaciones políticas.
Alcance: los partidos y todas las organizaciones que les rodean, siempre que se financien, total o parcialmente, con fondos públicos.
Paso 1: desenmascarar la corrupción existente e instalar una cultura de tolerancia cero.
1.1. Antes de transparentar los partidos, hay que limpiar y reciclar. El partido deberá realizar su propia depuración interna, mediante una investigación en la que participen algunas personas independientes y que saque a la luz irregularidades. Sabemos que no saldrán todas, pero será ejemplarizante que el propio partido denuncie conductas que ocurren en su seno. Habrá que exponer nombres y apellidos. Flaco favor hacen los compañeros o jefes que tapan a los suyos o atacan a los adversarios sólo por hacer demagogia y electoralismo. La justicia se dedica a depurar responsabilidades, ustedes se deben dedicar a levantar sus alfombras. Cada uno la suya.
1.2. Instalar un estado de tolerancia cero. Describir exhaustivamente las conductas no permitidas y dejar claro que se actuará con la mayor contundencia contra cualquiera que las ejerza. Hará falta el máximo liderazgo para comunicarlo a todas las personas del partido y a los sectores empresariales que suelen verse implicados.
Paso 2: Implantación de un sistema de información exhaustivo y apertura del mismo en forma de open data.
2.1. Un buen nivel de digitalización facilita una transparencia real. Para empezar, habrá que analizar los procesos y flujos de información, ver en qué sistemas de información residen, cómo se procesan, … y proponer un sistema eficiente que sirva para gestionar mejor la información que posee el partido. Ese sistema de información nacería con la perspectiva «open» desde el inicio. Esto es, el sistema tiene que proveer que toda la información sea publicable en abierto, como open data.
2.2. Habrá que implantar a partir de este momento una forma de recabar y digitalizar los nuevos datos para que, según sean procesados, también sean publicados en abierto siguiendo la misma base.
2.3. La sociedad podrá ejercer así su función de control. Para ampliar la base social capaz de entender la información y de formarse opinión, habrá que realizar también acciones que faciliten el consumo de los datos: visualizaciones, contactos con sectores sociales para provocar un consumo constructivo, formación a periodistas, …
Y, ¿de qué datos estamos hablando? Como mínimo:
– La financiación del partido. Desgranar y detallar todas las vías y cantidades.
– Los presupuestos y el gasto real. La contabilidad analítica de la organización.
– El número de afiliados y sus aportaciones, geolocalizadas, y cuantificadas por grupos.
– Las aportaciones de los cargos electos (con nombres propios).
– El patrimonio de los cargos electos.
– Las cantidades de las aportaciones o donativos privados sin incluir datos sujetos a protección de datos personales.
– El número, los nombres, los CV, y sueldos de los cargos electos y asesores públicos en las diferentes instituciones.
– El número, los nombres, las funciones y las retribuciones y sueldos de los cargos orgánicos del partido.
– El número y las monografías profesionales de los trabajadores del partido.
– Las dietas detalladas.
– Los gastos del mantenimiento de las oficinas y sedes.
– Los gastos detallados de los actos y de las campañas electorales.
– Los patrocinios o subvenciones aportadas y recibidas.
– Las contrataciones realizadas a servicios externos. Y a partir de ahora recoger y publicar los nombres de los proveedores con previo aviso.
– El inventario y los bienes adquiridos. El patrimonio.
– Número de asistentes a congresos, conferencias, ejecutivas, juntas, o reuniones públicas y si tuviesen votaciones o resultados publicar actas y acuerdos o compromisos adoptados.
– La agenda de los cargos electos.
– Las relaciones familiares entre cargos electos
Conclusiones:
Necesitamos más política, no menos política. Sin embargo, algunos políticos y sus actitudes, están consiguiendo que hacer política sea cuanto menos sospechoso y para nada elogiable.
Vemos cómo la clase política actual sobrevive al amparo de la especulación informativa. Para muchos de ellos, aun sigue siendo cierta la máxima de «la información es poder», sin darse cuenta que la sociedad actual da la espalda a esos esquemas caciquiles de especulación informativa. La sociedad del siglo XXI comparte, crea y construye al margen de los caducos esquemas establecidos.
Observamos que la no transparencia y falta de objetividad está conduciendo a la sociedad a ser mero espectador del cansino debate político que conlleva la deslegitimación total del buen hacer político. Esta sociedad quiere debate político constructivo y exige una evaluación continua de la acción política.
Pensamos que la Ley de Transparencia debe reconocer de una vez por todas el derecho fundamental de la ciudadanía al acceso de TODA la información. La excepción no debe ser la norma. Toda institución sujeta a derecho debe tener la obligación de hacer públicos datos que permitan una evaluación básica de la acción política y la gestión pública por parte de terceros. Es fundamental la inclusión de los partidos políticos en el ámbito de aplicación de la Ley para preservar el valor de la participación democrática.
Proponemos que los responsables políticos pierdan el miedo a la transparencia y a la evaluación continua por la buena salud democrática de este país. Deseamos que este sometimiento a la voluntad ciudadana sea extensible a todos los órganos de especial relevancia para las personas: administración pública, partidos políticos, órganos de control, bancos y todas aquellas entidades privadas cuya actividad repercute en el día a día de las personas.
La situación es insostenible, estamos en un punto que la ciudadanía ha perdido la presunción de inocencia de la clase política, por ello es necesario dar este paso hacia la transparencia radical para poner al frente de los partidos a los políticos honrados, que son mayoría. Y, sobre todo, porque los ciudadanos nos lo merecemos hoy, no mañana no pasado, no después de no se sabe qué pactos o leyes. Hoy, si quieren, pueden. Son decisiones individuales que demostrarán quién merece nuestra confianza.