El Índice de Precios al Consumo (IPC) registró un aumento intermensual del 0,1% en junio, frente a un descenso del 0,2% de un año antes. En consecuencia, la tasa interanual ha aumentado cuatro décimas porcentuales, hasta el 2,1%, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este aumento de la tasa de inflación anual se explica, principalmente, por la partida de combustibles y carburantes, que registró un moderado crecimiento en junio de este año frente a una fuerte caída en el mismo mes del pasado ejercicio. Una segunda contribución, de menor cuantía, procede del aumento de la inflación de los alimentos frescos.
La tasa anual de los productos energéticos ha aumentado hasta el 1% desde el -1,8% del pasado mayo, debido a la evolución de su principal partida, los combustibles y carburantes. Estos han incrementado su tasa anual desde el -0,1% del pasado mayo hasta el 3,8% de junio. Por su parte, los alimentos frescos han aumentado su tasa anual en 0,4 puntos porcentuales, hasta el 5,3%. Este aumento se debe a la aceleración de los precios de la patata y sus preparados, la carne de ave y las frutas frescas, cuyas tasas han aumentado hasta el 34,3%, 2,1% y 11,7%, respectivamente. En sentido contrario, la carne de ovino que ha bajado el -0,4%.
La inflación subyacente o núcleo estable de los precios se ha mantenido en el 2%. La moderación de la inflación de servicios ha compensado la ligera aceleración de los alimentos elaborados y los bienes industriales no energéticos (BINES) han mantenido su tasa anual. Los servicios reducen su tasa anual en una décima, hasta el 1,9%, por efecto del transporte público interurbano, esparcimiento y seguros del automóvil. En sentido contrario evolucionaron los hoteles y otros alojamientos, cuya tasa anual se elevó desde el 0,5% en mayo a 1,3% en junio. La alimentación elaborada aumenta su tasa anual desde el 2,9% de mayo hasta el 3%. El ligero avance de la tasa anual de los alimentos elaborados se ha debido a la subida de la leche, bebidas alcohólicas y aceites y grasas. En esta última partida se siguen concentrando las principales tensiones inflacionistas de este grupo, con una subida anual del 24%. En los BINES destaca como más inflacionista la partida de los medicamentos y material terapéutico cuya tasa anual se mantiene en el 27,4%. En sentido contrario, se aprecia una moderación de vestido y calzado, cuya tasa anual se reduce desde el 0,3% de mayo hasta el 0,1%.
Variación mensual del IPC
La variación mensual del IPC ha sido del 0,1%, frente al descenso de un año antes (-0,2%). El aumento mensual responde a la alimentación fresca que sube un 1,6%, como resultado del encarecimiento de la fruta fresca (10,3%) y patata (7,5%) y hoteles y otros alojamientos (4%). En menor medida ha contribuido el turismo (0,7%), transporte público interurbano (0,8%) y combustibles y carburantes (0,5%). En sentido contrario, el descenso de vestido y calzado (-1,1%) por el efecto del inicio de las rebajas de verano.
Las comunidades autónomas con una mayor tasa de inflación interanual en junio fueron Cantabria (3%), Cataluña (2,6%) y Murcia (2,5%). Las comunidades menos inflacionistas fueron Melilla (0,7%), Ceuta (1,3%) y Canarias (1,6%).
En junio la tasa anual del IPC a impuestos constantes se incrementó cuatro décimas, hasta el 0,1% y la subyacente se mantiene en el 0,0%. En el índice a impuestos constantes, la tasa anual de la energía fue del -1,8% (-4,4% el mes pasado) y la de los alimentos frescos, del 4,3% (3,9% en mayo). Dentro del núcleo de la inflación subyacente a impuestos constantes, los precios de los BINES bajaron un 0,7%, una décima más que en mayo, los alimentos elaborados subieron un 1,7% (1,6% el mes pasado) y los precios de los servicios cayeron un 0,1% (al igual que en mayo).
El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de junio, cuya tasa anual se sitúa en el 2,2%, 0,4 puntos por encima de la del mes anterior. Al comparar con la tasa anual estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro (1,6%), el diferencial desfavorable a España aumentaría en dos décimas, hasta situarse en 0,6 puntos.
En definitiva, el aumento de la inflación en junio se explica principalmente por la evolución de los precios de los componentes más volátiles, la energía y en particular su principal partida, los combustibles y carburantes, y por la alimentación fresca. Contrariamente, la inflación subyacente no varía. Por estas razones, se considera que se trata de un repunte transitorio, de manera que la inflación volverá a la senda descendente a lo largo del resto del ejercicio.