Campanar se encuentra en el noroeste de la ciudad de Valencia y es un barrio que pese a su expansión y crecimiento se siente pueblo. Su origen está en un conjunto de alquerías musulmanas. En 1836 se constituyó su propio Ayuntamiento, pero en 1897 volvió a ser anexionado a la ciudad de Valencia (www.comunitatvalenciana.com). Pese a esta unión a la capital, sus habitantes siempre siguieron sintiéndose como en un pueblo.
Los rasgos más curiosos a destacar de la zona son el carácter amigable de los habitantes y el aspecto físico de las viviendas. Como testimonio arquitectónico se conservan esas calles de trazado urbano peculiar, con vías estrechas y edificaciones bajas, con hermosas fachadas, algunas con reminiscencias modernistas y decoradas con artísticos azulejos.
Los actos festivos que se realizan son la entrada de moros y cristianos (http://es.wikipedia.org/wiki/Moros_y_cristianos), paellas y torrás, correfocs (¡A los que los estudiantes de español pudieron asistirl!), y diferentes actos tradicionales de la cultura valenciana. Siguiendo la tradición de muchos pueblos de la comarca de la huerta valenciana, se cocinan también calderas de ‘arròs amb fesols i naps’ que son repartidas entre los más de tres mil vecinos que acuden con sus cazuelas traídas de sus casas para compartirlas con amigos, familiares y visitantes.
Como en años anteriores, los vecinos del barrio han dado la bienvenida a sus fiestas a unos estudiantes de español venidos de diferentes países. Mientras algunos alumnos de español ayudan con la paella, otros disfrutan visitando el mercadillo de artesanía que instauran en la calle colindante a las paellas. Estos mercadillos son muy conocidos en Valencia y en ellos se pueden comprar productos típicos y descubrir la artesanía más valenciana.
Los estudiantes de español participan en las actividades como un valenciano más, ayudan a cocinar la paella, beben sangría y se relacionan entre ellos. Conocen gente de otros lugares, aprenden las costumbres de la ciudad y degustan la deliciosa paella, que es el plato más típico de Valencia. En definitiva, disfrutan de días divertidos, practicando español tanto con los monitores que los acompañan como con los profesores que se unen a las fiestas. Es muy divertido ver como los alumnos de español procedentes de Alemania, Noruega o Italia comparten una misma lengua y se sienten parte de la cultura valenciana.
Las fiestas forman parte del programa de actividades extra escolares de la escuela de español donde se ofrecen hasta cuatro actividades a la semana en las que todos los estudiantes de español pueden participar y descubrir una parte más festiva y cultural de Valencia. Con las actividades extraescolares de Costa de Valencia, escuela de español (www.costadevalencia.com) los alumnos ponen en práctica su español y descubren los secretos que sólo se pueden descubrir de mano de los valencianos.
(834)