Hay una multitud de noticias diarias que afectan al precio de las materias primas, como la evolución de las cosechas, por el lado de la oferta; o las tendencias de consumo, por el de la demanda. Pero lo que está ocurriendo ahora se sale de lo normal. Y hay varios factores que lo están provocando.
Uno de ellos, según destaca Ángel de Molina, director de Análisis de Tressis, es la tensión geopolítica en Oriente Próximo, “que afecta drásticamente a la evolución de las materias primas”.
“Es necesario darle un destino a los capitales, y el oro ha sido uno de los objetivos”, explica. En estas situaciones de incertidumbre los metales preciosos actúan como activo refugio, lo que condiciona la evolución de su precio.
El oro, de hecho, cotiza en niveles récord, de 1.562 dólares la onza. Pero hay más. Ricardo Sánchez-Seco, responsable de Fondos de Gestiohna, destaca que está impulsando la cotización, la debilidad del dólar, ya que la onza se compra en divisa estadounidense.
Además, está la especulación, tanto de inversores decepcionados con los mercados de valores en la crisis financiera como de los institucionales para aprovechar la tendencia.
Para sacar partido de la actual situación en el mercado de materias primas los ahorradores pueden utilizar varias estrategias a través de fondos. En renta variable, se puede invertir en productos con exposición a empresas cuyo beneficio crece con el aumento del precio de las materias primas, como petroleras o compañías de infraestructuras, o bien que inviertan en países productores y exportadores de esas materias primas, en general, los emergentes.
Sánchez-Seco prefiere la primera opción porque el inversor se beneficia de la subida del precio y del buen comportamiento bursátil de la compañía. Además, en el segundo caso los gobiernos están imponiendo medidas de enfriamiento económico que pueden influir negativamente en el comportamiento de sus bolsas. Este experto recomienda para invertir en materias primas el JPM Natural Resources, DWS Agribussines y Carmignac Commodities, y para invertir en oro, el BGF World Gold.
Diversificación
Victoria Torre apostaría por un fondo global y diversificado para aprovechar mejor las oportunidades del mercado y no incrementar el riesgo seleccionando un tipo de inversión concreto.
Considera que los fondos son la opción más interesante (se pueden hacer traspasos sin peaje fiscal) para invertir en materias primas. No obstante, hay otras opciones, como los ETF, entre los que destaca ETFs Gold, que cotiza en Amsterdam, y vinculado al DJ-AIG Gold Total Return, que replica el precio del oro.
Antonio Molina prefiere fondos flexibles que puedan beneficiarse del potencial de cada materia prima, como JP Morgan Global Natural Resources o Carmignac Commodities.
Advierte a los ahorradores de que la elección del producto ha de ser consecuencia del nivel de riesgo que cada inversor esté dispuesto a asumir y recuerda que los fondos que invierten directamente en commodities son más volátiles, aunque recogen las variaciones en los precios con mayor precisión; mientras que los de renta variable lo son menos, aunque pueden no recoger las variaciones de precios. En cualquier caso, estas inversiones son, en general, de elevado nivel de riesgo.
De hecho, hay que tener cuidado. Sánchez-Seco cree que éste no es el mejor momento para entrar en un fondo de este tipo porque “la situación es tan delicada y extraordinaria que es imposible predecir al precio al que pueden llegar”.
Además, advierte que estamos entrando “en una tendencia muy especulativa exponiéndonos a los vaivenes de un mercado controlado por muy pocos inversores”.
Torre también destaca la volatilidad de estas inversiones, y considera que se puede entrar en materias primas, pero con un pequeño porcentaje de la cartera, para aprovechar el momentum, y con un objetivo de inversión de corto plazo.