La compañía saldrá con una prima superior al 20% frente a las cuatro europeas de mayor tamaño.
El grupo tendrá que convencer en su debut a los inversores de su crecimiento internacional.
En los mercados, igual que en la vida, nos encontramos a veces ante grandes paradojas. El grupo DIA, uno de los líderes mundiales indiscutibles en el formato descuento y que es conocido por todos por su estrategia clara de precios bajos, no debutará en bolsa, sin embargo, a precios más atractivos respecto a las grandes cotizadas europeas de su sector. Según las valoraciones iniciales, los títulos de DIA empezarían a cotizar más caros que las grandes compañías de distribución en Europa (Tesco, Carrefour, Metro y Ahold).
Ya está todo casi listo para su salto al parqué. La fecha señalada es el próximo 5 de julio, después de que los accionistas de Carrefour aprueben finalmente la escisión de la compañía -mediante la que una acción de DIA será equivalente a una de Carrefour- en la junta prevista para el 21 de junio. De esta manera, el particular no podrá comprar títulos de la compañía, que además de cotizar en París lo hará en Madrid. Muchos de los detalles de la operación ya están sobre la mesa, pero la valoración de la cadena es una de las cartas que la compañía, lógicamente, aún se guarda en la manga.
No obstante, el director financiero de Carrefour, Pierre Bouchut, ya ha adelantado, citando a bancos de inversión, una valoración de unos 4.000 millones de euros para su todavía filial, que incluirían 800 millones de deuda neta. Su capitalización rondaría así los 3.200 millones de euros. El grupo DIA también ha comunicado las previsiones de beneficio para los próximos años. Con estos datos ya se puede hacer, por tanto, una primera aproximación para saber si los títulos de la cadena de descuento cotizarán, valga la redundancia, con descuento o prima frente al sector.
Las cifras iniciales muestran que una acción de DIA saldrá a bolsa a casi 6 veces su beneficio bruto de explotación (ebitda) estimado para este año. Mientras que el ratio se queda en las 4,7 veces, de media, en las cuatro mayores empresas europeas de distribución que cotizan en bolsa. Es decir, las acciones del grupo saldrían a bolsa un 26 por ciento más caras respecto a las comparables más directas. En 2012, la relación entre el precio y el ebitda de DIA caería a 5,2 veces -el valor se abarata cuando el cociente es más bajo-, pero con esta cifra sólo sería más atractiva que Tesco.
Si no ofrece descuento, ¿qué está pagando el inversor que entre en el capital de DIA? Crecimiento, ahí está la clave. Para este ejercicio el grupo espera aumentar un 6,5 por ciento el beneficio operativo del año pasado, que se situó en los 507 millones de euros, y superar los 677 millones en 2013, logrando un crecimiento de más del 30 por ciento en estos tres años.
En cuanto a beneficio neto, la compañía sí que prevé una caída de más del 20 por ciento, hasta los cerca de 90 millones de euros, por las plusvalías que le generó la venta de su filial griega en 2010. Un recorte que no tendrá continuidad en los siguientes ejercicios, ya que pretende alcanzar unas ganancias de 137,6 millones en 2012 y de más de 200 millones de euros en dos años.
Apuesta clara por emergentes
El crecimiento en sus resultados vendrá, en parte, por las grandes oportunidades que esperan que les aporte los mercados emergentes con su salida a bolsa.
En este sentido, desde la compañía, consideran que es un buen momento para saltar al parqué. “La salida a bolsa ayudaría al proceso de aceleración en la expansión en países emergentes”, aseguró Ricardo Currás, el director general de la compañía. Y es que DIA, que está presente en siete países, es consciente del gran valor que le otorga tener un negocio diversificado. Hasta tal punto, que con la escisión y posterior salto al parqué pretende ampliar notablemente su presencia en los países con potencial de crecimiento en los que ya opera, es decir, en Brasil, Argentina, Turquía y China. Su intención es que estos países pasen de representar el 7 por ciento del beneficio bruto de la empresa al 20 por ciento en 2013. Pero el crecimiento no será algo aislado en los emergentes.
En general, entre los objetivos operacionales para 2010-2013 está la apertura de más de 8.000 tiendas, de las cuáles el 40 por ciento serán franquicias (ahora es el 32 por ciento). Currás admitió que en España queda “poco recorrido” para la apertura de nuevos establecimientos por su enorme implantación en el país, aunque consideró que todavía hay margen para nuevos locales en las islas y en zonas rurales. Unas previsiones de crecimiento que también baraja para Francia, donde espera que la total transformación de las tiendas Ed -marca comercial en el país galo- a DIA siga generándoles beneficios.