La semana tenía hasta las 16:00 horas del viernes todas las papeletas para convertirse en una semana un tanto anodina en el mercado. No en vano, las novedades habían brillado por su ausencia.
Tanto en Wall Street, donde los datos macroeconómicos han vuelto a decepcionar, como en Europa, inmersa aún en el debate, todavía sin claro ganador, sobre si habrá o no reestructuración de la deuda de Grecia o solo lo que se ha denominado como reprofiling (ampliación de vencimientos, pero no quita). Sin embargo, como pasa últimamente, con el tiempo las pequeñas nubes de la semana volvieron a convertirse en nubarrones de cara al fin de semana. “Tras el vencimiento de opciones y futuros del Dax y del Eurostoxx 50 todo se dio la vuelta”, explica Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets. Parte de la culpa también volvió a tenerla una agencia de calificación. Fitch decidió recortar la nota crediticia de Grecia hasta B+ desde BB+ y, además, lo justificó diciendo que considera que una extensión de los plazos de los bonos gubernamentales griegos constituye un “evento de quiebra”. Y S&P actúo en consecuencia rebajando la calificación de Credit Agricole, uno de sus grandes acreedores.
No fueron las únicas noticias del día que sirvieron de excusa para los bajistas. “Tampoco ayudaron la rebaja del rating de Cataluña por parte de Standard & Poor’s -anunciada al cierre de la sesión del jueves- y los rumores que corren por España sobre más deuda oculta que saldrá a la luz tras las elecciones”, apunta Pellón. Motivos más que suficientes con los que el Ibex 35 aprovechó para marcar sus mínimos del día en 10.209 puntos y para cerrar la jornada con un descenso del 1,45 por ciento, hasta los 10.226,6 puntos. Fue una de las mayores caídas de Europa, donde los descensos de otros índices fueron más moderados: el Dax 40 alemán se dejó un 1,24 por ciento, el Cac 30 francés un 0,92 por ciento y el británico FTSE 100 únicamente un 0,13 por ciento.
El nivel al que cerró la semana el Ibex, lo deja por encima de su soporte en tendencia, que desde Ecotrader sitúan en 10.200 puntos. Y supone que cierre su tercera semana consecutiva en negativo, con pérdidas del 1,25 por ciento. Uno de los valores que arrastró al principal índice de la bolsa española durante la última sesión fue Sacyr, que se dejó más de un 4 por ciento, después de la revalorización que logró el jueves con el anuncio de su refinanciación y del regreso de reparto de dividendo después de dos años.
Por su parte, Inditex también se situó entre las compañías con mayores pérdidas del selectivo, con una caída del 2,38 por ciento. Las ventas de los inversores se concentraron en el grupo textil ante la alarma en el sector que ocasionó el profit warning -recorte de sus propias previsiones de beneficio- que realizó la estadounidense GAP. Y es que el rally en el precio que se anotaron algunas materias primas como el algodón ha pesado en los resultados del primer trimestre en las empresas del sector textil. La noticia hizo perder a los títulos del grupo más de un 15 por ciento y, en general, todos los principales índices de Wall Street también acabaron en números rojos.
Las dudas también llegaron a la deuda pública. El rendimiento del bono español a 10 años, que sube cuando cae su precio, subió hasta el 5,48 por ciento, lo que llevó la prima de riesgo, medida como la diferencia con la rentabilidad de su homólogo alemán, hasta los 242 puntos básicos.
El euro, un daño colateral
La tensión que regresó ayer a los mercados de renta variable y renta fija también encontró su transposición en el mercado de divisas. El euro se despidió de cuatro sesiones con números verdes y cedió ayer un 1,06 por ciento frente al dólar, situándose en 1,41 unidades. Esta corrección podría no ser la última, si se tiene en cuenta que el 60 por ciento de los gestores encuestados por Bank of America Merrill Lynch considera que la divisa europea está sobrevalorada.
En todo caso, la apreciación de ayer del dólar no tuvo un efecto positivo en las materias primas. El barril de Brent, referente en Europa cayó un 1,38 por ciento hasta los 109 dólares, lo que eleva su caída semanal al 3,66 por ciento. Por su parte, la plata perdió en las últimas cinco sesiones un 2,20 por ciento. pero el oro volvió a demostrar que cada vez guarda menos correlación con el dólar al ganar protagonismo como activo refugio. Aguantó en positivo y recuperó los 1.500 dólares.
