El presidente de Inmobiliaria Colonial, Juan José Brugera, señaló hoy que la compañía espera reducir su loan to value por debajo del 50% desde el 62% actual. El directivo, que no especificó en qué plazo se cumplirá ese objetivo, recalcó que para lograrlo la empresa intentará atraer capital vía activos o bien con dinero efectivo.
Estefania Fonseca / Invertia.com.
El responsable no detalló en qué plazo se alcanzará el objetivo de reducir el LTV pero sí recalcó que esperaban lograrlo en el menor tiempo posible. Actualmente, Colonial cuenta con un LTV del 62%, frente al 48% de su homóloga Realia. Brugera explicó que reducir este ratio de apalancamiento permitiría a la empresa recuperar la senda del beneficio y del dividendo.
En el primer trimestre del año, Colonial logró salir de pérdidas al registrar un beneficio de 10 millones de euros. La inmobiliaria justificó este hito por la estabilización del negocio patrimonialista.
SOLUCIONES PARA EL MERCADO
Brugera aprovechó su intervención en el foro para proponer soluciones a la crisis que vive el ladrillo español. En este sentido, Brugera llamó la atención sobre el mercado del alquiler y la falta de un actor que sea capaz de sostener la demanda de alquiler. “Hace falta algún tipo de empresa, que podría ser el FROB o la SEPI, que ayuda a sacar vivienda al alquiler”, sentenció.
El responsable de Colonial recordó que en Alemania se había vivido una situación similar en la época de la reunificación e insistió que la financiación de esta sociedad se podría articular a través de emisiones de bonos a largo plazo.
Por su parte, el consejero delegado de Vallehermoso, Miguel Ángel Peña, también puso de relieve la relevancia de este mercado y matizó que en España el alquiler sólo supone el 17% de las viviendas, frente al 40% que representa en países como Alemania.
Peña también coincidió con el representante de Quabit en cuanto a las incertidumbres que pesan actualmente sobre el negocio residencial. El consejero delegado de la inmobiliaria, Alberto Quemada, manifestó su malestar ante la distorsión de cifras que se manejan en el sector respecto a la caída o subida de los precios de la vivienda, algo que, a su juicio, confunde a los compradores.
En este sentido, Quemada dio credibilidad a las cifras sobre stock de viviendas que maneja el Ministerio de Fomento. Así, calculó que este dato se sitúa actualmente en los 680.000 inmuebles terminados y con intención de vender, sin incluir por tanto los pisos vacíos.
Quemada apeló a la heterogeneidad del mercado inmobiliario para explicar que mientras que el ajuste de precios ya se ha producido en algunas provincias, en otras “va a ver una bolsa de viviendas que se va a tardar en vender”. En este sentido, subrayó que en 2008 Quabit contaba con un stock de casas de 2.115 inmuebles, una cifra que en estos momentos está por debajo de las 800. “Los pisos buenos ya los hemos vendido”, apostilló. Asimismo, el directivo predijo que el número de viviendas iniciadas durante 2011 sería inferior a 90.000.
A su juicio, la recuperación del sector inmobiliario llegará cuando se restablezca la confianza (mejora de la economía, recuperación del empleo, etc) y la financiación.“Ahora mismo el crédito está bloqueado de forma importante tanto para los particulares como para las promotoras”, sentenció.
El CEO insistió en que las entidades españolas se han convertido en la primera inmobiliaria del país, por lo que no descartó que se produzcan operaciones corporativas entre la banca y las promotoras con el fin de gestionar todos los activos que se han adjudicado las financieras durante la crisis.
Mientras que desde Vallehermoso, Peña apeló a la necesidad de que se solucionen los problemas del sistema financiero porque en la actualidad el acceso al crédito para las promotoras está cerrado. “Las entidades no discrimina entre buenos y malos proyectos”.
Por su parte, el presidente de Realia, Ignacio Bayón, indicó que pese a que algunas de las prácticas de la banca a la hora de vender pisos no le gustasen, era imprescindible contribuir a que los bancos “desagüen” para que vuelve a fluir el crédito.