Eduardo Serna.
La de este jueves no tiene pinta de ser una jornada muy prometedora para las bolsas de los distintos países europeos, al menos es lo que refleja los primeros compases de la sesión. Sin ir más lejos, los principales índices bursatiles europeos se anotan unas correciones en torno al 1% de media.
La causas radica en que los mercados financieros todavía estan digiriendo la caída de 2% de Wall Street a raíz de los datos de desempleo, pero sobre todo por la última revisión de rating que ha hecho la agencia de calificación Moody’s a la deuda a largo plazo de Grecia. Concretamente la nota crediticia del país helenos empeorea desde B1 hasta Caa1. Es decir si antes esta calificadora consideraba que los titulos de deuda no tenían las cualidades deseables como intrumentos de inversión ante la limitada seguridad de cumplir con la devolución del principal más los intereses en el largo plazo; ahora esta misma institución considera que las emisiones del país heleno pueden haber incumplido sus pagos o contienen elementos de peligro conrespecto al cobro de intereses. De hecho, Moody’s ha indicado que ve casi seguro que se produzca una reestructuración de su deuda y estima que hay una probabilidad del 50% de que el país heleno incurra en quiebra.
Entre los argumentos que esgrime la agencia para acometer esta revisión a la baja destaca en sus propias palabras, la creciente posibilidad de que Grecia no estabilice su ratio de deuda dentro de los plazos establecidos por los planes de consolidación fiscal anunciados previamente; además la posibilidad de que los acreedores de Grecia, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, requerirían en algún momento la participación de prestamistas privados en la reestructuración de la deuda, como una condición previa para la entrega de fondos. “En conjunto, estos riesgos implican al menos incluso una posibilidad de moratoria en el horizonte de calificación”, concluyó Moody’s en su comunicado.