Isabel Blanco.
El objetivo de distribuir el 80-85% de sus ganancias se puede traducir en una rentabilidad del 11-12%.
Loterías se presenta con un dividendo diferente a lo conocido hasta ahora en la bolsa española como gancho para atraer inversores a su colocación.
Si un 80-85 por ciento del beneficio que obtenga lo destina a la remuneración y suponiendo que Loterías mantenga su actual beneficio, la compañía se compromete a repartir entre los accionistas unos 2.400-2.550 millones de euros al año, ya que su beneficio neto ha rondado los 3.000 millones en los tres últimos ejercicios. Esta cantidad supone, además, que los inversores obtendrán un alto rendimiento con la retribución anual. Si se toma como referencia la valoración a la que pretende salir a bolsa Loterías, unos 21.000 millones de euros, la rentabilidad por dividendo estaría en torno al 11-12 por ciento. De alcanzar esta cifra su atractivo sería indudable. En estos momentos, la empresa que ofrece la mayor rentabilidad con sus pagos con cargo a 2011 es Telefónica, con un 9,5 por ciento.
Pero si hay algo que ha roto moldes en el mercado español es la periodicidad con la que se abonarán los pagos. Loterías romperá el calendario tradicional de dividendos en la bolsa española, en el que las compañías suelen abonar pagos trimestrales y semestrales. Cuando se acerca la fecha de cobro de un dividendo, los movimientos en el título en cuestión se suelen ver alterados. En algunos casos, los inversores están pendientes del calendario de entregas para comprar el valor y beneficiarse de ellas. Loterías, con sus pagos mensuales, rompe el esquema a los cazadividendos. Suponiendo que el próximo noviembre -última fecha de su estreno confirmada- debute con la valoración de la que habla el Gobierno, cada uno de los pagos ofrecería al inversor en torno a un 1 por ciento de rentabilidad.
Altamente comprometidas
En la bolsa española hay casi una treintena de compañías que destinará a pagar dividendos más de la mitad de lo que ganen este año. Actualmente, los accionistas más mimados son los de Zardoya y BME -a los que tradicionalmente se ha dedicado casi todo el beneficio obtenido- y los de Mediaset y Telefónica (ver gráfico).
Además de ellas, otras dos compañías, Ferrovial y Acciona, tienen el pay out muy elevado. El importe total que dedican ambas a la retribución es superior a las ganancias que registran, con lo que recurren a sus reservas para mantener intactas sus políticas de remuneración. Especialmente en el caso de Ferrovial, ya que incluso cuando la compañía de infraestructuras sufrió pérdidas anuales, siguió pagando a sus accionistas. En 2009, por ejemplo, los accionistas recibieron 0,4 euros por acción pese a que Ferrovial acumuló pérdidas de más de 90 millones de euros.
En el caso de Loterías, su pay out la coloca casi a la altura del porcentaje que destina Telefónica a pagar dividendos. Después de que la teleco se comprometiera a pagar 1,6 euros por acción con el beneficio de este año, deberá repartir entre sus accionistas aproximadamente un 88 por ciento de lo que se prevé que gane en 2011, que según las estimaciones del consenso de mercado que recoge FactSet rondará los 8.118 millones de euros. Por su parte, Mediaset, BME y Zardoya distribuirán más del 90 por ciento de lo que ganen este año. La última siempre ha dedicado casi todo su beneficio al pago de dividendo, pues al tener reducidas posibilidades de crecimiento al margen del mercado ibérico por su vinculación con Otis, puede dedicar todo su esfuerzo a mimar a sus accionistas.
Si no saliera a bolsa
La política de retribución anunciada por Loterías ha causado revuelo en el mercado. Pero la colocación en bolsa, de por sí, ya ha despertado muchos comentarios. Aunque Aurelio Martínez, presidente de la sociedad, aseguró esta semana que la privatización de Loterías no se realiza con el objetivo de reducir déficit, la opinión de muchos es que la compañía se malvenderá en el mercado.
Con la venta del 30 por ciento de la sociedad, el Estado se embolsará alrededor de 6.300 millones de euros -siempre suponiendo que la valoración final de la salida ronde los 21.000 millones-. Pero podría ingresar esta misma cantidad con las ganancias que previsiblemente logrará Loterías en los próximos 6-7 años, ya que tras la OPV el Estado dejará de ingresar unos 900 millones anuales del beneficio de Loterías.