Peter Garnry, Analista de mercado, Saxo Bank.
La renta variable española parece a primera vista barata, y los inversores pueden encontrar muchas oportunidades interesantes, así que en términos de valoración, el Ibex muestra un sensacional aspecto. No obstante, la coyuntura de precios es muy débil. Necesitamos que, durante el segundo semestre, la situación de la periferia europea se estabilice y que los datos macroeconómicos globales repunten para que la coyuntura de la renta variable española mejore. Si lo logramos, la bolsa española mostrará un mejor rendimiento que la europea en la segunda mitad del año.
Por otro lado, si la situación en Grecia y el resto de la periferia europea va a peor y, en consecuencia, tanto las rentabilidades de la deuda como los CDS suben, la aversión al riesgo predominará y la renta variable española no irá a ningún lugar: la visibilidad de la economía española y de su bolsa desaparecerá.
La mejor estrategia a partir de ahora es mantenerse al margen hasta finales de junio, cuando finalice la segunda ronda de relajación cuantitativa de la Fed. En ese momento habrá que ver cómo reaccionan los mercados. Si la coyuntura está clara para la bolsa española, será cuando los inversores tengan oportunidades.