Beatriz P. Galdón.
Jordi Padilla Pujol es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y ha desempeñado distintos cargos de responsabilidad en AB Asesores, Morgan Stanley y Atlas Capital. Actualmente es director de renta variable y responsable del comité de inversión de Popular Gestión Privada. Tiene una visión de los mercados que invita al optimismo: no considera una doble recesión en Estados Unidos y prevé que en la segunda parte del año se recupere la senda del crecimiento. Eso sí, es consciente de los riesgos y que en Bolsa hay que estar, pero haciendo una selección.
¿En qué momento están los mercados?
Los últimos datos macroeconómicos de Estados Unidos han arrojado dudas sobre el crecimiento. Las Bolsas se han puesto algo más nerviosas. Nosotros pensamos que el escenario de doble dip (doble recesión) no es el más probable. Nos encontramos en un momento de parón económico, de cierta desaceleración, pero confiamos en que la senda de crecimiento se vuelva a recuperar en la segunda parte del año. Vivimos periodos muy ajetreados donde hay muchas tensiones en los tipos de interés. El mercado de renta fija está muy complejo, ya no solo por el riesgo periférico, sino por la finalización del Quantitative Easing 2 y las dudas de si va haber un Q3… Son incertidumbres, pero la Bolsa no está excesivamente cara y el momentum de las empresas es bueno.
¿Por qué se mantiene en tensión la prima de riesgo?
El problema de Grecia está ahí, y hasta que no se apruebe el paquete de ayudas es normal que todo el riesgo periférico se mantenga al alza. Pero los inversores están empezado a distinguir entre Portugal, Irlanda y Grecia y el resto de los países periféricos.
¿Cuál es la mejor solución a los problemas del país heleno?
La situación no es fácil. Aparte de haber cuestiones económicas y financieras, también las hay políticas. La decisión no va a depender de una persona; está el Estado griego, la Unión Europea, y el FMI también tiene algo que decir. Está claro que hay retos. Sería ideal que hubiera consenso. Igual la mejor solución sería un mix de todas las propuestas. Lo importante es que haya sacrificios por todas las partes: griegos, Unión Europea y tenedores de deuda. Una reestructuración como tal sería negativa.
¿Cómo se ve la Bolsa como activo de inversión en este entorno?
En general, nos parece más atractiva que la renta fija. En Bolsa española somos algo más prudentes, había que precisar por compañías. Lo que sí nos interesa es la deuda pública. Podemos encontrar una buena alternativa en plazos de dos y tres años, de emisiones como ICO, FADE y FROB, en cédulas hipotecarias y en deuda financiera avalada por el Estado. Por este lado sí que pensamos que España is different. Antes, todos los periféricos estaban metidos en el mismo saco, y ahora el inversor internacional ha comenzado a distinguir lo que es deuda portuguesa, griega e irlandesa de lo que es la española, la italiana o la belga. Este cambio de percepción se ha producido probablemente por la serie de medidas que ha tomado el Gobierno, como ha sido la reforma de las cajas de ahorros.
¿Cuál sería el tipo de estrategia más correcta en este momento?
Hay crecimiento económico a nivel global, aunque desigual. Estamos positivos con la renta variable, pero hoy más que nunca lo que hay que recomendar es selección de las compañías y de mercados. Lo que se está haciendo este año, y ya se empezó a hacer en 2010, es distinguir entre empresas; por ejemplo, entre las que tienen mayor vinculación a las economías periféricas y otras que tienen una mayor internacionalización o de capacidad de fijación de precios. Hay países que sí han salido de la crisis, y hay empresas que se están beneficiando del crecimiento mundial.
¿Qué significa la salida a Bolsa de Bankia?
Es un reto importante y una oportunidad para demostrar que España es distinta a otros países. La salida a Bolsa de Bankia y Banca Cívica puede servir, si van bien, para contribuir a una normalización no solo del spread de riesgo, sino también para las entidades financieras que tienen una clara vinculación de su capacidad de financiación con la deuda de su Estado. Para los inversores es muy importante. No olvidemos que los spread influyen a la hora de dar crédito a la economía, a los particulares, a las empresas… Si se consigue devolver la confianza, sería muy buena noticia para el sistema financiero, el Estado y para el conjunto de la economía.
¿La deuda de las comunidades autónomas frenará la recuperación?
Cuando hay cambios de Gobierno surgen dudas. Pero creo que el mercado debería estar más preocupado por la deuda del Estado, que está en una situación gestionable. Lo importante es que el déficit para este año previsto en el 6% se cumpla.
¿Qué han aprendido los mercados después de cuatro años de crisis?
Los mercados se mueven por sentimiento, y eso sigue sin cambiar. Los sentimientos generan inercias, que a veces se despegan de la realidad. Los mercados normalmente a corto plazo son ineficientes y a veces se generan desajustes, que a corto plazo deben ser identificados como oportunidades de inversión. Generalmente las grandes ocasiones de inversión no están a veces en el consenso, porque este ya está cotizando. Hay que intentar identificar dónde el mercado cotiza un escenario que no es del todo real y que tú crees que no se va a producir. Al final, los mercados financieros no dejan de ser un intercambio de percepciones alcistas y bajistas de personas que están comprando y vendiendo. Hay que ser lo suficientemente flexible para adecuar tu cartera a esas ineficiencias del mercado y aprovecharlas para tus inversores. Al final, la crisis sirve para distinguir qué gestores son los mejores.