Bueno, ya está: Microsoft ha presentado el Office 365: era lógico: es llevar a la práctica informática diaria el concepto de ‘pago por acceso al uso’ (Jeremy Rifkin, “The Age of Access”, 2000), y no uso en un lugar en concreto sino en eso que se ha dado en llamar The Cloud. Microsoft lleva años dando vueltas a la idea de ‘conjunto’, desde el 2000, con su Windows DNA. El concepto, ya saben, pienso que tiene futuro: todo, con sus consecuencias, claro: posible pérdida de privacidad, diluición de la individualidad, y ganancia, se dice, de seguridad. Puede, puede.
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Me preguntan por El Debate, el del Martes. Pues pienso que fue como todos los debates de ese tipo: palabras huecas de cara a las galerías, y pienso que se hacen porque tienen que hacerse. Repasen lo que se dijo: lo que dijeron todos: ¿qué sacó en claro un Juan Español que lleve un año en paro?, ¿en qué le ayudó estar ante la TV el porrón de horas que duró El Debate?.
Y, ¿se dieron cuenta de que no se abordaron problemas que afectan / afectaron a los dos principales partidos?: no se abordó el tema de si España puede pagar todo lo que debe, ni el que la ciudadanía propietaria y ‘propietaria’ (la debe) de vivienda sea más pobre cada día que pasa a medida que el precio de la vivienda cae, ni del desempleo juvenil que en el reino siempre ha tenido niveles siderales, ni de la morosidad de las entidades financieras en las que la ciudadanía anterior tiene los cuatro duros que tiene, ni …
Pienso que pobre, muy pobre, y sobre todo, sigo pensando: inútil, muy inútil.
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Grecia: ha salido que sí: ¿alguien lo dudaba?: ‘¿Qué quieres o pescado frito?’ decía uno de los mejores altos directivos con los que he trabajado. ¿Cuál era la opción si el impago, nos habían dicho, iba a tener unas consecuencias peores que las del cataplun de Lehman?, ninguna, ¿no?.
Se ha comprado tiempo pagando con más miseria de alguien que ya es pobre. La alternativa era la negrura para la banca francesa, alemana; ya, o sea que como el Parlamento griego ha aprobado lo que le han dicho a Grecia que tenía que hacer, esa banca ya está salvada; ¡vaya!, sí que es fácil salvar a quienes tienen agujeros como puños en su vestimenta.
Se ha ganado tiempo. Ahora se la aplicará a Grecia un Plan Brady bis monitorizado por el Consenso de Frankfort, pero ni el original funcionó ni funcionará este. En aquel los bancos no cumplieron aquello a lo que se comprometieron, y eso que el mundo estaba yendo-a-más, en este los bancos cumplirán, pero las deudas de griegos y no griegos no se pueden pagar, a eso sumen que ahora estamos yendo-a-menos.
¿Qué dirán los strees tests sobre los bancos que tienen deuda griega, y portuguesa, y española, e italiana, e irlandesa?, ¿qué dirán de esos vencimientos al 2041 que atesoran en sus cajas fuertes?. Porque, el Parlamento griego ha dicho sí (mientras la calle: sus representados, gritaba no), pero ¿va a poder crecer Grecia lo suficiente para 1) pagar lo que debe, y 2) pagar lo que va a deber?. ‘Que algo cambie para que todo siga igual’. ¡Por favor!, ¿cuándo empezará a actuarse de forma verdaderamente coordinada poniendo sobre la mesa toda la porquería que hay desperdigada por ahí?; pronto, pronto.
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En el 2009, el joven medio español de quince años de edad se hallaba en el puesto 14º en capacidad de lectura y comprensión en formato digital de una lista de 19 países; ¡tremendo!, máxime teniendo en cuenta que dos años antes se decía que la economía española iba como un tiro. Pero, pienso que lo peor no es eso, sino que la excelencia tan sólo la alcanza el 3,9% las jóvenes y de los jóvenes españoles de 15 años de edad. De cosas como esta tampoco se habló en El Debate: ni habló en presidente del Gobierno ni el líder del principal partido de la oposición.
¿Cómo demonios va España a mejorar su productividad?, ¿cómo va a cambiar su modelo productivo (de eso sí se habló, pero, ¿se concretó algo?) con registros como este?, ¿qué bienes y servicios va a exportar España para que las exportaciones se conviertan en ‘el motor del crecimiento’?.
Claro, este tipo de cosas nunca van solas. Entre los años 2007 y 2009 España batió tres récords: el de fracaso escolar: 33%, el de desempleo juvenil: 33,6% y el que la tasa de excelencia en capacidad de lectura y comprensión digital se situase en el 50% de la media de la OCDE. De nada de esto se habló ayer.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.