La Policía ha arrestado a dos hombres de sesenta y cuatro y cuarenta y dos años en Gales y otro de sesenta y tres años en Yorkshire (Inglaterra) sospechosos de haber cometido un posible delito de fraude en el escándalo de la carne de caballo. Los detenidos están relacionados con dos mataderos de Inglaterra y Gales.
El lugar de la detención, la empresa Farmbox Meats de Aberytwyth en Gales y el matadero Peter Boddy de Todmorden al oeste de Yorkshire, ya fue inspeccionado por la policía el martes y clausurado por la Agencia de Seguridad Alimentaria, tras llevarse varios documentos y listas de clientes. Entre las sospechas que se tienen está que el matadero de Yorkshire vendía caballos sacrificados a la empresa galesa para ponerlas a la venta después como carne de vacuno en productos alimentarios como hamburguesas.
Además de las recientes detenciones, la Comisión Europea ordenaba este miércoles la realización de pruebas de ADN a las muestras de carne de caballo encontradas. Análisis que han dado como resultado, según las autoridades medioambientales británicas, el hallazgo de trazas de analgésico veterinario nocivo en ocho de las más de 200 muestras de carne de equino pasadas a examen.
La comisión de Agricultura y Medio Ambiente ha publicado un informe donde cree que «lo conocido hasta ahora no es, probablemente, más que la punta del iceberg» en este escándalo alimentario a nivel europeo. Por su parte, el parlamento británico ve «indicaciones sólidas» de que la sustitución de la carne de vacuno por la de equino se ha realizdo de «forma intencionada», engañando a los consumidores británicos en una búsqueda de un mayor beneficio económico.