ADICAE llama a toda la ciudadanía a participar junto a la Asociación en las manifestaciones que se celebran hoy en toda España para exigir una reforma de la normativa hipotecaria más amplia y beneficiosa para los consumidores y que derive en una protección efectiva ante los problemas hipotecarios.
Un estudio editado por ADICAE confirma que seis de cada diez españoles no tienen ingresos suficientes como para evitar el sobreendeudamiento. El motivo principal es el gasto de la hipoteca.
El último estudio sociológico elaborado por ADICAE, “los hábitos del consumidor financiero ante la crisis”, establece el ingreso mínimo que necesita un hogar en España para poder llegar a fin de mes con regularidad, esto es, para prevenir su sobreendeudamiento.
Este límite inferior se cifra en 2.000 euros mensuales para un hogar tipo -pareja con dos hijos- y en condiciones de consumo estándar, con un nivel muy moderado de gastos imprevistos.
ADICAE ha podido comprobar que, bajo estos parámetros de economía doméstica, el 40% de las familias españolas corren un riesgo importante de estar permanentemente endeudados, y otro 20% están en riesgo potencial. El principal gasto es la hipoteca.
La cifra proviene de la encuesta de Presupuestos Familiares del INE, que atestigua que seis de cada diez hogares tienen un nivel de ingresos netos regulares inferior a esos 2.000 euros mensuales.
El peso relativo del gasto en vivienda, fundamentalmente hipotecario, se está disparando en los últimos años a costa del ahorro y también, cada vez más, por las necesidades básicas, alimentación y vestido. El estudio sociológico de ADICAE refleja que estas familias apuran en gastos hasta el límite para poder atender sus cuotas de hipoteca o de alquiler.
En muchas ocasiones ese límite ha sido alcanzado ya, y estas familias necesitan la ayuda de familiares o amigos, anticipos salariales o tarjetas de crédito para poder cubrir todos sus gastos; de ahorro, ni hablamos. El círculo vicioso del sobreendeudamiento está ya en marcha para millones de consumidores.
Manifestaciones:
por una reforma de la ley hipotecaria
Ante esta situación, ADICAE hace un llamamiento todos los consumidores para acudir a las manifestaciones que se han convocado en todo el país para hoy 16 de febrero, en las que nuestra asociación clamará por una moratoria de tres años en todos los procesos de embargo, por la reforma en profundidad de la legislación hipotecaria y por el fin de cláusulas abusivas como la del suelo.
Bajo el lema ¡Plántale cara a los abusos hipotecarios! ADICAE participará en las manifestaciones convocadas y en diversas acciones organizadas en paralelo por la Asociación para pedir que se frene esta espiral del sobreendeudamiento a la que nos han llevado una combinación de una anticuada e injusta legislación, unas malas prácticas bancarias y políticas económicas desacertadas.
ADICAE insistirá en estas manifestaciones acerca de las ideas que ya ha ido presentando tanto ante la sociedad civil como ante las principales instituciones y partidos políticos, en especial en el Congreso de los Diputados.
Sin un cambio radical, planteamientos como los que se están debatiendo estos días en el Parlamento no pasan de ser parches que no solucionarán el problema de raíz. Se hace imprescindible una nueva normativa en materia de hipotecas. El objetivo: evitar en lo posible que el deudor de buena fe pierda el inmueble que está pagando e impedir una deuda perpetua con la entidad.
Deuda sin fin
La negativa evolución de la situación económica y el leonino encarecimiento de las cuotas de los préstamos hipotecarios, en muy buena parte a causa de cláusulas abusivas como las ‘suelo’, han llevado a millones de españoles a una situación límite.
ADICAE considera en su estudio sociológico que aquellos hogares en los que entran mil euros mensuales o menos están permanentemente endeudados, y corren riesgo severo de tener que recurrir de por vida a financiación exterior. Son casi una cuarta parte de todos los hogares españoles, según el INE. De estos, un 20% no llega a los 500 euros al mes, son candidatos claros a perder su vivienda hipotecada durante la burbuja del ladrillo, o su sustento; viven de la beneficencia. El otro 80% depende de un empleo a tiempo parcial o una prestación pública, paro, subsidio o ingreso de inserción. Su pérdida llevará a la familia a una situación desesperada.
Otro 20% de familias están en una situación de riesgo no severo, pero sí importante. Son aquellos hogares en los que entran ingresos entre 1.000 y 1.500 euros al mes, habitualmente una nómina media-baja o la combinación de prestación pública con empleo parcial o ingresos no declarados.
Según el estudio de ADICAE, llegan a fin de mes con dificultades, pero pueden pasar sin recurrir a préstamos externos salvo cuando tienen que afrontar algún gasto imprevisto, en cuyo caso no disponen de ahorro alguno para afrontarlo y sí que deben pedir fuera de la unidad familiar. Eso sí, muchos de ellos se han visto atrapados por la burbuja hipotecaria, en cuyo caso la cuota del crédito les ahoga y les convierte en submileuristas en la práctica. A medida que los ingresos se acercan a esos 2.000 euros, el endeudamiento y el sobreendeudamiento familiar bajan; sólo un tercio de las familias españolas puede considerarse libre de riesgo crediticio.