En el artículo, Isabel San Sebastián plasma su buen conocimiento y visión sobre las cajas de ahorros españolas, así como sus acertados planteamientos a la hora de desenmascarar a Blesa como mucho más que “(…) un hombre de escasos escrúpulos que no dudó en aumentarse el sueldo hasta cobrar 18 veces más de lo que percibía su predecesor en el cargo, hasta un total de 12,5 millones de euros sólo entre 2007 y 2010 (…)”.
En ese sentido, Isabel San Sebastián demuestra su buen hacer y profesionalidad al describir a Miguel Blesa como “ (…) el prototipo del nuevo rico que envía a su secretaria a probar los hoteles de superlujo en los que se va a alojar derrochando el dinero que administra”.
Toda una declaración de intenciones por parte del ex presidente de la caja de ahorros madrileña definido como “ (…) el paradigma del gigantesco fraude, de la traición que han perpetrado los grandes partidos políticos a la democracia, confundiendo la voluntad ciudadana con un cheque en blanco y erigiéndose en amos y señores de una España que consideran su feudo y que esquilman con voracidad insaciable”.
“(…) El expresidente de Caja Madrid alcanzó el vértice de la entidad hoy rescatada con cargo a nuestros impuestos porque era amigo de Aznar, igual que Hernández Moltó, también en el banquillo de los acusados, aterrizó en Caja Castilla-La Mancha por su relación con Bono y el PSOE”.