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OCU pide reglas claras para el consumo colaborativo

El consumo colaborativo se extiende por España con fórmulas alternativas para abastecerse de bienes y servicios. OCU aplaude todas las iniciativas que fomenten el consumo inteligente, pero subraya la necesidad de definir unas reglas del juego claras.

consumoSon muchos los consumidores que se cuestionan si merece la pena acceder de forma exclusiva a la propiedad de un bien. O si se puede alargar la vida de los bienes que ya no se necesitan. Cada vez más personas en España se mueven en busca de un consumo más inteligente.

Internet y las redes sociales han sido un factor decisivo para el despegue de distintas iniciativas de ahorro que siempre han existido en el círculo de conocidos, pero que hoy adquieren una nueva dimensión al poder realizarse con desconocidos.

Iniciativas que buscan dar una segunda vida a los productos que ya no se usan a través de la donación, el trueque, o la venta de segunda mano entre particulares. Ahorrarse la compra a través del alquiler temporal de vivienda turística, vehículos y herramientas. O la colaboración entre particulares en la prestación de servicios a través de la creación de comunidades virtuales.

Son nuevas formas de consumo que ganan cada vez más adeptos entre los consumidores.
Equilibrio entre lo clásico y lo nuevo

Además de acceder a mayores ahorros y realizar un consumo más sostenible y eficiente, los usuarios pueden conseguir sacar partido a sus propiedades y habilidades y ganar algo de dinero a través del consumo colaborativo.

En las últimas semanas se ha visto reaccionar a la industria tradicional ante la entrada de algunas opciones colaborativas como BlaBlaCar, Airbnb o Uber.

Desde el punto de vista de los consumidores, son iniciativas que complementan el abanico de opciones y permiten ahorrar a través de un uso eficiente de los recursos, por lo que OCU espera que se trabaje para encontrar un equilibrio entre las opciones clásicas y las colaborativas que beneficie a los usuarios, tanto en su rol como consumidores, como en su rol de micro-proveedores de servicios.
Hacen falta reglas claras

Para garantizar el desarrollo de esta nuevas fórmulas de consumo colaborativo y generar confianza entre los consumidores OCU señala que es necesario definir unas reglas de juego claras. Dichas reglas deben favorecer el desarrollo de estas iniciativas y garantizar los derechos de los consumidores.

La definición de unas reglas claras sobre la existencia o no de ánimo de lucro, la delimitación de las obligaciones fiscales y el respeto de los derechos de los usuarios, protegerán a las iniciativas de consumo colaborativo de los ataques que están sufriendo por parte de los grupos de presión de las empresas tradicionales, y beneficiarán a los usuarios.

Mientras llega esta nueva regulación, OCU da una serie de recomendaciones para aquellos que decidan iniciarse en el consumo colaborativo:

Leer con detalle las condiciones generales para conocer con detalle el servicio al que se está accediendo.
Al principio es necesario confiar en desconocidos, pero no conviene ir a ciegas. Si se tiene que hacer intercambios, mejor hacerlos en sitios públicos.
Si se va a compartir coche o casa lo más prudente es buscar opiniones de anteriores usuarios o contactar antes por teléfono.
Las plataformas suelen detallar las garantías que ofrecen a los usuarios. Informarse bien porque a veces las garantías son menores en los intercambios entre personas que en las compras a empresas.
OCU recuerda que en la compraventa de segunda mano entre particulares existe una garantía de 6 meses por vicios ocultos.
El trueque supone un riesgo mayor para los consumidores pues no existe la cobertura de la garantía. A cambio el ahorro es mayor.

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Eva Jiménez Tfno: 917226061 prensa@ocu.org

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