Si necesitamos liquidez, los préstamos personales suelen ser el primer recurso en el que solemos pensar. Al contrario de lo que ocurre con los depósitos, los préstamos personales resultan cada vez más rentables. Cada vez son más los bancos y las empresas de capital privado que están disminuyendo el precio de sus productos de financiación, por lo que ahora conseguir liquidez resulta más barato que hace unos meses. De hecho, las mejores ofertas no superan el 6 % TAE y, si nos fijamos en el interés nominal, éste cae hasta el 0 %; eso sí, en estos casos hay que fijarse en las comisiones que es lo que encarece el precio del préstamo, según informa HelpMyCash.com.
Pero solicitar un préstamo personal no es tan fácil como comparar las mejores ofertas por su interés y acudir al banco o al prestamista a solicitar el dinero. Los requisitos son igual de importantes, así como las comisiones y no fijarnos en ello puede acabar traduciéndose en pagar más. Veamos en qué debemos fijarnos al solicitar un préstamo personal para escoger la mejor opción:
- La TAE y el interés nominal no son lo mismo: mientras que la TAE refleja el coste efectivo del préstamo, ya que incluye tanto el interés de éste como las comisiones, el interés nominal revela únicamente el rendimiento que va a generar el dinero durante el tiempo que dure el préstamo. Por ello, para comparar varias ofertas y descubrir cuánto pagaremos finalmente hay que fijarse en la TAE. De hecho, es muy habitual encontrarse préstamos con un interés nominal del 0 % que al final tienen una TAE más elevada que otro con un interés del 4 o del 5 %, es decir, que acaban siendo más caros.
- Las comisiones: de apertura, de estudio, de cancelación… Los bancos y prestamistas son muy imaginativos con las comisiones. Si son muy elevadas, suelen encarecer bastante el precio final del préstamo, sobre todo en los que son a muy corto plazo, así que cuidado con las comisiones que se aceptan.
- La cuenta asociada también puede tener comisiones: si solicitamos un préstamo en un banco, se nos pedirá que abramos una cuenta de la que se cobrarán las cuotas, algo que no ocurre en los prestamistas privados. Cuidado con las comisiones que pueda tener dicha cuenta, ya que pueden suponer un sobrecoste.
- Los requisitos de apertura: los más habituales son la domiciliación de la nómina y de recibos. Lo ideal es contratar un préstamo con los mínimos requisitos. Además, debemos tener en cuenta que si nos exigen la domiciliación de la nómina o de recibos, es muy probable que tengamos que mantenerlos domiciliados durante todo el tiempo que dure el préstamo, con el coste de oportunidad que eso supone.
- El tiempo que tardan en transferir el dinero: si se necesita el dinero con urgencia, es importante preguntar cuánto tiempo van a tardar en transferir el dinero y cuánto van a durar los trámites. Si la velocidad es importante, hay que destacar que los prestamistas privados suelen ser más rápidos y, en algunos casos, es posible disponer del dinero en pocas horas una vez hecha la solicitud.