Cuando hace unos años irrumpieron en el mercado las empresas dedicadas a los créditos rápidos, era difícil imaginar el éxito que iban a llegar a tener. Los préstamos rápidos se han convertido en una alternativa más para el consumidor de a pie en esos momentos en los que necesita liquidez de forma urgente. De hecho, la principal ventaja de este tipo de productos es que permiten conseguir dinero, normalmente hasta 800 euros, en muy poco tiempo, incluso, en horas o minutos.
La proliferación de los prestamistas privados ha provocado un mercado cada vez más saturado y, a su vez, más competitivo. Lo que se ha traducido en un sinfín de ofertas y de campañas para captar clientes. Desde ofrecer préstamos totalmente gratis hasta campañas consistentes en regalar 25 euros por recomendar la empresa a conocidos y amigos. No obstante, uno de los principales puntos que se han visto beneficiados por el aumento de la competitividad en el sector ha sido el precio. Cada vez son más las entidades que permiten conseguir microcréditos por un euro al día o menos, siempre tomando como referencia un préstamo de 100 euros a 30 días, que suele ser la medida que se utiliza para comparar el coste de los minicréditos.
Así, empresas como ¡QuéBueno! o Kyzoo ya permiten conseguir liquidez a precios de entre 20 y 29 euros al mes. En el caso de ¡QuéBueno!, un préstamo de 100 euros a 30 días cuesta 29,70 euros, es decir, menos de un euro al día. Sin embargo, ahora la compañía ofrece un 10 % de descuento sobre el coste final utilizando el código HMC1589 al hacer la solicitud, por lo que el precio final sería de 26,73 euros. En el caso de Kyzoo, el precio es aún menor: 20 euros por cada 100 euros prestados a 30 días o, lo que es lo mismo, unos 0,66 céntimos al día.
Otras empresas, como OK Money o PepeDinero ofrecen sus préstamos justo por un euro al día: 30 € por cada 100 euros prestados a un mes. Unos precios que convierten a este tipo de productos en más accesibles. Eso sí, no hay que olvidar que se trata de instrumentos de financiación pensados para casos puntuales, a muy corto plazo y por importes reducidos. Su tipo de interés es mucho mayor que el que pueda tener un préstamo personal ofrecido por un banco, pero sus características son distintas y sus objetivos, también.