Diferencias de hasta un 41 % a lo largo del mes
El hecho de que en cada franja horaria el valor de la luz vaya variando es un punto a tener presente si queremos ahorrar. Sobre todo a la hora de realizar nuestras actividades de mayor consumo, como poner una lavadora o utilizar el aire acondicionado, ya que la diferencia entre la hora más cara y la más barata en cuanto al precio de la luz ha llegado a ser durante julio de un 41 %.
Si tenemos contratada la tarifa regulada PVPC hay que tener en cuenta que hay jornadas que, por lo general, son más baratas que otras. Nos referimos, sobre todo, a los fines de semana, concretamente al domingo, el día estrella para conectarnos a la red. Desde HelpMyCash.com señalan que consumir el último día de la semana es un 4 % más barato que hacerlo el sábado y hasta un 10 % más económico que de lunes a viernes.
Más barato de madrugada
Como lógicamente no vamos a posponer todo el consumo eléctrico hasta el domingo, podemos analizar cuáles son las horas más baratas del día para consumir y así ahorrar en la factura. El esquema es muy sencillo: las primeras horas de la madrugada, de 2 a 6 de la mañana, son las horas en las que la electricidad tiene un precio menor; por el contrario, las horas comprendidas entre las 10 y las 15 horas son las más caras.
Sin embargo, el estudio realizado por HelpMyCash.com destaca un dato significativo: las oscilaciones del precio en la franja de medio día son menores que de madrugada. Esto significa que, mientras de 2 a 6 de la mañana el precio ha variado hasta un 21 %, de 11 de la mañana a 2 de la tarde la oscilación ha sido de un 8 %.
El precio medio que hemos pagado durante el mes de julio con la tarifa regulada ha sido de 0,1262 euros el kWh.
Comparar para pagar menos
El baile de cifras es demasiado amplio como para analizar hora a hora el precio de la luz y ajustar nuestras tareas a ellos. Desde HelpMyCash.com consideran que hay otras formas más eficaces de ahorrar en la factura de la luz que estudiar a fondo las oscilaciones del mercado. Por ejemplo, reducir la potencia nos permitiría ahorrar más, al igual que apostar por las tarifas con discriminación horaria, en el caso de que pasemos la mayor parte del día fuera de casa.
En cualquier caso, el truco para no pagar de más al final consiste en comparar tarifas de luz y no aceptar la primera oferta que aparezca sin antes haberla analizado.