Una comparación con nuestros vecinos europeos
Vamos a basarnos en los datos de junio facilitados por el Banco Central Europeo (BCE): los créditos al consumo españoles (a tipo fijo y con una duración de entre 1 y 5 años o variable, y con un plazo de fijación del tipo inicial de más de 1 año y menos de 5) se firmaban a un tipo medio del 8,72 %. En este aspecto, estamos lejos de las condiciones de los países que disfrutan de los más reducidos: Finlandia y Bélgica (3,7 %) y Francia (3,78 %).
Entre los 14 países comparados, ocupamos la 9ª posición del ranking. Por delante, tenemos a Portugal (8,16 %); y, por detrás, a Grecia (11,2 %). Letonia cierra la clasificación con un 18,33 %.
¿A qué se deben estas diferencias entre países? Pues, básicamente, al perfil del solicitante. Las naciones más prósperas de Europa (Alemania, Francia, etc.) pueden poner los créditos al consumo a un tipo más reducido, ya que sus contratantes inspiran una mayor confianza (renta per cápita alta, índices de morosidad bajos…). Este producto financiero es el más relacionado con los riesgos, por lo que, en los países donde la crisis ha hecho más mella (España o Grecia, por ejemplo), unos tipos altos ejercen como barrera ante los clientes menos fiables.
Pero esto no significa que se cierre el grifo del crédito. De hecho, la recuperación económica viene acompañada de una relajación de los criterios de concesión.
En busca del crédito idóneo
No debes desfallecer en tu búsqueda del crédito al consumo que más te convenga. Los tipos no lo son todo. Fíjate también en la vinculación y las comisiones. Además, puedes recurrir a las entidades, alternativas a la banca tradicional, que prestan dineroonline. Un micropréstamo puede ser tu solución, siempre que necesites una cantidad de dinero urgente y no muy alta (hasta 500 euros, por ejemplo). Tómate estos mini préstamos o créditos rápidos como un anticipo de la nómina. Te va a compensar, si eres capaz de devolverlos en 30 días.
Sin colas ni papeleos y a un clic de distancia.