Hay muchas razones por las cuales reorganizar las operaciones y la estructura de las organizaciones. Realizar el restructuring de una compañía puede mejorar la eficiencia, mantener la tecnología actualizada o implementar cambios estratégicos de gobierno o implantar cambios en las estrategias o incluso entre los propios directivos con el fin de mejorar la empresa.
En el entorno empresarial actual la única constante es el cambio. Las empresas que se niegan a cambiar con el paso del tiempo corren el riesgo de que su línea de productos sea obsoleta. Debido a esto, las empresas experimentan con nuevos productos. Por ello, las empresas experimentan siempre con nuevos productos, exploran nuevos mercados y llegan a nuevos grupos de clientes objetivo de forma continua. Las empresas siempre deben buscar la diversificación en nuevas áreas para aumentar las ventas, optimizar su rentabilidad.
Todas estas iniciativas requieren procesos de restructuring. Por ejemplo, la expansión a un mercado extranjero requerirá cambios en el perfil del personal para que conecte mejor con el mercado internacional. También se exigirán cambios en las políticas de trabajo y hojas de ruta para garantizar el cumplimiento de las regulaciones de exportación. Comenzar con una nueva línea de productos puede requerir cambios en el sistema de trabajo, la contratación de nuevos expertos familiarizados con el nuevo modelo de negocio y colocarlos en puestos de autoridad.
Otra razón común que requiere restructuring es la reducción de personal. La naturaleza cambiante de la economía puede obligar a la empresa a adoptar nuevas estrategias o a alterar su gama de productos, por lo que el personal también puede cambiar. Del mismo modo, si la empresa está siendo presionada por los bajos precios de la competencia habrá que adoptar técnicas tipo just-in-time para reducir costos y lograr la eficiencia en el proceso.
Los nuevos métodos de trabajo que se están popularizando ya no implican el tradicional horario en el centro de trabajo. Actualmente nuevas modalidades como las subcontrataciones, el teletrabajo o los horarios flexibles están tomando mayor protagonismo entre los métodos de trabajo que se extienden entre el personal que contratemos. Estos nuevos métodos de trabajo requieren poner énfasis en los resultados no en los métodos.