Desde que Macedonia fue reconocida por la ONU en 1993 como un país independiente, su crecimiento y desarrollo económico y político no ha cesado. Es en la actualidad uno de los países de Europa más atractivos para la inversión extranjera por sus incentivos fiscales y para las pymes españolas.
Tras la independencia, los sucesivos gobiernos de Macedonia han fomentado la entrada de capital extranjero a través de un sistema de reducción de impuestos y de zonas de desarrollo tecnológico industrial (TIDZ). Las empresas y particulares sólo tributan el 10%, lo que se conoce como flat tax, una única tasa de impuestos para ambos tipos de personas físicas/jurídicas.
En el caso de las industrias de I+D establecidas en los TIDZ gozan de ventajas aún mayores. En concreto, están exentas de pagar el Impuesto de Sociedades durante 10 años, no existe IVA ni aranceles sobre materias primeras. También pueden disfrutar de subvenciones para edificar por valor de hasta 500.000 euros. En estos centros se puede aprovechar de acceso gratuito a gas, electricidad y agua.
¿Por qué desarrollar un negocio en Macedonia?
Pese a sus problemas estructurales, es uno de los países del mundo donde es más fácil hacer negocios, ocupando la 12º posición en el ranking de Doing Business 2016, elaborado por el Banco Mundial, y que analiza la facilidad para desarrollar negocios y constituir una compañía en 189 estados.
Para constituir una sociedad en Macedonia tan sólo hay que acudir a la oficina administrativa correspondiente y rellenar una serie de papeles, un proceso que suele tardar entre cuatro horas, si se cumplen todos los requisitos, y tres días. Tras la verificación del nombre de la compañía, se firma la escritura ante notario. Se requiere la apertura de una cuenta bancaria en la que se depositará el capital social mínimo, una cantidad de 5.000 euros para las sociedades limitadas y de 25.000 euros para las sociedades anónimas.
Si es una pyme
Las condiciones para negociar son propicios para las pymes, con un escenario macroeconómico favorable, con una leve inflación del 1.5%, un crecimiento sostenido del 3.6% y un volumen de deuda pública reducido. Gozan de unos costes de operación bajos y mano de obra barata. Aunque el mercado es limitado, ofrece muchas posibilidades y gran potencial debido a que está a punto de entrar en la Unión Europea.