La competencia en el sector de la automoción será intensa en 2017, y vendrá de direcciones inesperadas. Estas son las tendencias que marcarán la industria de la automoción en 2017 según los expertos de IFS, la empresa global de aplicaciones de empresa.
China aumentará el liderazgo en vehículos eléctricos
En 2017 los consumidores mundiales mantendrán la carrera por reducir las emisiones. Las ventas de vehículos alternativos a los coches de gasolina doblarán sus ventas, alcanzando un 20% del total de las ventas de 2017, en comparación con el 10% de 2015. Y el grueso de estas nuevas ventas se producirá en China, que continuará acaparando el mercado de la producción de vehículos eléctricos a gran escala, mientras Europa y los Estados Unidos se quedan atrás. En 2015, China incrementó la producción de coches eléctricos desde 109.000 hasta 240.000 unidades, y en julio de 2016 la cuota de mercado de coches eléctricos en China superó el 1%, llegando a ser el 1,1% de todas las nuevas ventas. En 2017, según prevé Steffan Issing, director mundial del sector automoción de IFS, China continuará dejando atrás a Europa y Estados Unidos en producción y cuota de mercado de vehículos eléctricos.
En el éxito de China también ha sido fundamental su red de estaciones de carga. Entre 2010 y 2015, el número de puntos de carga en el país creció de 1.122 a 49.000. Según los expertos de IFS, una sólida estrategia referente a las estaciones de carga es esencial para una buena acogida de los coches eléctricos en el mercado.
La carrera en busca de materiales más ligeros
En 2017, una serie de materiales ultraligeros, fuertes y resistentes a los choques, desarrollados en la Fórmula 1 se trasladarán a la fabricación en serie. Aunque para los equipos de Fórmula 1 el coste no es una prioridad, para los fabricantes sí lo es. Muchos de los fabricantes de automóviles están consiguiendo grandes progresos en calidad y reducción de costes. El año 2016 ha visto grandes avances en vehículos de serie que son más seguros, más ligeros y más potentes. El año 2017 traerá más avances en este sentido.
Por su parte, la fabricación de nuevos vehículos implicará nuevos procesos. “La llegada de nuevos modelos es cada vez más frecuente y el ciclo de vida de los vehículos se reduce año a año. En 2017 veremos cómo el eje de la producción de automóviles se optimiza, automatiza y diversifica a una velocidad mayor, en su carrera por producir vehículos más ligeros y de mayor potencia. Los efectos se notarán en toda la cadena de suministro. Los proveedores también necesitarán ser más innovadores, rápidos y ágiles, transformando en muchas ocasiones sus procesos logísticos y de producción, ya que nuevos proveedores, de menor tamaño y más avanzados tecnológicamente, empiezan a amenazar a los proveedores tradicionales. La velocidad en el desarrollo, producción y suministro será esencial, de la misma manera que será clave la agilidad y visibilidad en todo el proceso,” sostienen los expertos en automoción de IFS.
El auge de los coches conectados
El poder de las marcas y la lealtad a un fabricante van a disminuir a medida que los millennials y las siguientes generaciones de conductores tiendan, cada vez más, a los largos alquileres y el uso compartido de coches en lugar de a comprar su propio vehículo. Para estos nuevos consumidores las capacidades digitales serán un diferenciador fundamental. Tendrán en cuenta a qué servicios, redes y datos pueden acceder, o la capacidad del vehículo para conectarse. “Ya existen modelos que incorporan de serie una pantalla táctil central de ocho pulgadas que centraliza la información y el entretenimiento, con aplicaciones de smartphone incorporadas. La cuestión es que esta gama de servicios va a dejar de ofrecerse como un extra o algo inusual, convirtiéndose en tendencia ofrecer de serie las funciones digitales y aplicaciones,” apunta Issing.
“Más ligeros, más rápidos, más potentes y más seguros, la nueva generación de vehículos ya está presente de alguna forma entre nosotros. La concepción de lo que es un coche y qué cosas podemos hacer en él está en constante cambio. Para los fabricantes y proveedores del sector de la automoción esto significa que vienen nuevas direcciones, nuevos procesos de producción, nuevas capacidades y nuevas estrategias, y es esencial que se adapten a los cambios cuanto antes.” concluye Issing.