Además de comer, reencontrarnos con familiares y amigos, o comprar sin cesar, los últimos días del año nos sirven para dos cosas muy importantes: la primera de ellas, hacer balance del ejercicio que dejamos atrás, en este caso un 2016 cargado de esperanza por la aparente mejora de la situación económica y de un pequeño aumento del consumo que nos ha ayudado a afrontar mejor nuestro día a día; la segunda de ellas, materializar una lista de nuevos propósitos entre los que inevitablemente aparecen dos objetivos muy comunes en nuestro entorno, mejorar nuestra salud con dieta y ejercicio o incrementar nuestra capacidad de ahorro. Para el primer asunto, lo mejor es acudir a un médico o nutricionista profesional para que prepare un plan para mejorar la salud, para el segundo, está la Asociación Española de Micropréstamos.
Está claro que las finanzas no son algo que se le dé bien a todo el mundo. Planificar los gastos familiares es cada año más difícil (aumenta la familia, la adquisición de bienes, responsabilidades y obligaciones, etc.), sobre todo para aquellos que además poseen un negocio, de ahí que la planificación de gastos de cara a 2017 sea de vital importancia si se quiere finalizar el nuevo año con un balance positivo o al menos más saneado que en 2016. Para lograrlo no hay que realizar un máster en gestión financiera, basta con incorporar estos sencillos consejos con la voluntad de mejorar la capacidad de ahorro.
Si este año las finanzas se han ido de las manos…
- Hay que comenzar desde ahora a planificar todos los gastos. Para ello, solo hay que tomar como ejemplo los tres últimos meses del año y hacer cuentas, solo así se puede ser realmente consciente de en qué se gasta la mayor parte del dinero, sorprendiéndose de cuáles son los capítulos que hacen descender más la cuenta bancaria. Una vez estén detectados todos los puntos débiles de la economía, se debe confeccionar una lista con aquellos que se podrían suprimir o recortar, sobre todo si son reiterativos, por ejemplo, desayunos y comidas fuera de casa, desplazamientos innecesarios en vehículos a motor, cuotas mensuales de actividades deportivas a las que no se acude, etc. Para lograr un ahorro óptimo se debería salvaguardar al menos un 15 % de los ingresos.
- Buscar una cuenta sin comisiones. Habiendo llevado a cabo el punto anterior, puede resultar evidente la cantidad de dinero que se va en comisiones bancarias, una tendencia al alza que se debería atajar desde ya. Se puede intentar negociar con el banco la eliminación de estos pagos y, si no se consigue, cambiar de firma, existen cajas y entidades bancarias que permiten mantener una cuenta abierta sin necesidad de pagar comisiones, los requisitos varían enormemente de unas a otras.
- Revisar las cuotas de los préstamos: Es recomendable revisar y planificar el endeudamiento. Hay soluciones y productos en el mercado como los micropréstamos o préstamos rápidos que sirven para hacer frente a imprevistos antes del cobro de la nómina. Además. si mensualmente se está utilizando más de 2 préstamos rápidos, puede que se tenga que empezar a alarmarse. Cabe recordar que es recomendable pedirlos solo si se tienen ingresos regulares y se va a ser capaz de devolver el minipréstamo antes de la fecha de vencimiento. Si se ha acumulado más de una deuda, hay que analizar la situación con un asesor financiero o familiar, puesto que puede ser interesante estudiar una reunificación de las deudas o préstamos en una única operación financiera.
- Conseguir más por el dinero. No solo es importante que nuestro banco o caja no cobre comisiones, también que dé más por menos, es decir, que obsequie con algún tipo de remuneración o rentabilidad a cambio de disponer del dinero. Este tipo de beneficios se consiguen, sobre todo, si se dispone de una nómina o de una cuenta ahorro con una buena suma de dinero estable. Se pueden aprovechar las promociones que lanzan las entidades financieras en forma de productos atractivos para trabajadores por cuenta ajena, grandes inversores y ahorradores.
- Si se comienza el año con alguna deuda, hay que intentar solventarla. No hay nada más frustrante que arrastrar un compromiso de este tipo que se dilata en el tiempo sin previsión de cambio. Para evitar el trastorno que ello ocasiona y comenzar de cero, lo mejor es sanear las cuentas cancelando todas las deudas pendientes. Una buena forma de hacerlo es solicitar un micropréstamo para afrontar ese gasto que descuadra el año. Pero cuidado, no todas las opciones son buenas, se debe elegir una transparente, sencilla y rápida de gestionar, que permita solicitar una pequeña cantidad de dinero a devolver en poco tiempo y sin apenas intereses.
- Invertir en ahorro: Suprimir esos gastos fijos mensuales y a pripori inevitables es posible. En el capítulo de consumos domésticos, por ejemplo, se puede lograr acortar enormemente las facturas de la luz, el agua, el gas, la calefacción, etc. si se toman medidas de ahorro energético como la adopción de un nuevo sistema de iluminación a base de bombillas LED, mejorando el aislante de las paredes y tejado de la casa, incorporando termostatos de calefacción independientes, utilizando una tarifa nocturna para el ahorro de energía… Existen muchas alternativas al alcance del consumidor medio.
- Y sobre todo, controlar los gastos. Frecuentar las cuentas bancarías online para que no se pasen recargos erróneos ni comisiones equivocadas, guardar los tickets de compras para realizar posibles reclamaciones y contrastar los gastos mensuales, llevar un listado de todos los ingresos, consumos e inversiones, ya sea en una libreta, en el ordenador a través de un Excel o mediante una aplicación en el móvil. Lo importante es que se esté al día de todos los movimientos financieros y se cuente con el tiempo suficiente para anticiparse y maniobrar ante un gasto inesperado o la merma repentina de ingresos.