La amistad no siempre es fácil de describir

Posted by admin On abril - 22 - 2009

La amistad no siempre es fácil de describir. Los esquimales, dicen, tiene un centenar de palabras para la nieve. Lamentablemente, el idioma Inglés no es tan innovador, a pesar de que cuenta con una gran oportunidad de diferenciar significado. Ciertamente, el amor es una de esas oportunidades. Y así, también, es la Amistad.

En lugar de palabras diferentes, sin embargo, estamos atascados con simples adjetivos. Amigo cercano. Mejor amigo. Amigo de la infancia. Amigo íntimo. Amigo de confianza. Querido amigo. Pero si usted utiliza los adjetivos o diferentes palabras, pocos podrían negar la casi infinita en el sentido de esa palabra sencilla.

Amigos son gente especial. No podemos escoger nuestra familia, y estamos muy limitados en el número de ellos, en cualquier caso. La sociedad y las costumbres (y muchas veces nuestra propia conciencia) nos dictan un solo compañero. Pero nuestros amigos pueden ser tan diversos e infinitos como los adjetivos que elegir. Nuestros amigos, en un sentido muy real, refleja las decisiones que tomamos en la vida.

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TE LLAMO AMIGO PORQUE ERES
LAZO QUE UNE PERO NO APRISIONA

ESTRELLA QUE GUIA PERO NO OFUSCA
TORRENTE QUE QUITA LA SED PERO NO AHOGA
BRISA QUE SOSIEGA PERO NO ADORMECE

MIRADA QUE ESCRUTA PERO NO JUZGA
SILENCIO QUE PERCIBE PERO NO OPRIME
CADENA QUE LIGA PERO NO APRIETA
PALABRA QUE AVISA PERO NO ATORMENTA

FUEGO QUE CALIENTA PERO NO DESTRUYE
HERMANO QUE CORRIGE PERO NO HUMILLA
MANTO QUE CUBRE PERO NO SOFOCA
MUSICA QUE ARMONIZA PERO NO SOBRESALE

MANO QUE ACOMPAÑA PERO NO FUERZA
OASIS QUE RESTAURA PERO NO ENTRETIENE
CORAZON QUE AMA PERO NO EXIGE
TERNURA QUE PROTEGE PERO NO SUJETA

PRECISAMENTE POR ESO…..
!TE LLAMO AMIGO!

Beso viajero

Cada día al tenerte,
y saber que me tienes,
te obsequio con un beso
sin nombre
(llamémosle «viajero»
por ese afán de recorrerte).
***
Tú cierras los ojos:
te dejas hacer,
aceptando este juego inocente
de presagiar si navegaré
por los oscuros sargazos de tu vientre
o seré diadema de tu pelo
(tal vez una orquídea en tu ombligo
nazca esta vez de mi beso).
Así, tu despertar es siempre húmedo…
***
Y como un cencellado prado,
la alborada de luz
de tu semblante
es sábana soleada,
es montaña y es cauce.
***
La recompensa: ¡tu sonrisa!
-mutante desde pájaro noctámbulo
a sol de amanecida-,
que vuelve a acurrucarse,
tras la insegura noche,
en mis brazos vacilantes.