Todo sobre Amistad!!

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Realmente vaya preguntita…. es como decir si existe el amor, que seriamos sin el pero enfin les dejo ya que lean al respecto esperando les guste.

Desde siempre, todos nos hemos preguntado si existe la media naranja. Una amiga mía decía que no existen las medias naranjas, sino las mandarinas: que una mandarina se une con otra mandarina. Y mi marido, cuando éramos solamente amigos y se lo conté me respondió: «Bueno, pues haremos un buen zumo». Reímos mucho con esta respuesta, sin embargo no se equivocaba: hemos hecho un «buen zumo», llevamos dos años casados y somos felices. Y ahora, volviendo a esta pregunta: ¿existe la media naranja? y para empezar, ¿qué significa ser la media naranja? Las personas somos diferentes, cada uno de nosotros tiene una forma de ser y de pensar distinta de los demás convirtiéndonos en seres únicos e irrepetibles, eso es lo que nos hace maravillosos. Por lo tanto, no podemos pretender encontrar a alguien que sea como nosotros, que piense como nosotros o que sienta como nosotros, eso es lógicamente imposible: pero podemos encontrar a personas que tengan unos gustos y unas aficiones similares, con las que tengamos cosas en común, que de hecho, será con quien vamos a relacionarnos durante toda nuestra vida: personas con nuestras mismas aficiones, con cosas que podamos compartir. Cuando nos casamos, lo que hacemos es compartir todo lo que tenemos, todo lo que nos gusta y lo que no. Creo que la gente que se equivoca cuando busca pareja, lo hace porque intenta buscar un calco. Hay que buscar a alguien con quien uno se sienta a gusto y tranquilo, alguien que te transmita serenidad y comodidad, no solamente para compartirlo todo, sino también por nuestra propia salud mental. El amor no tiene que darse siempre solamente entre los «guapos», siempre se puede encontrar a alguien con quien compartir la vida. Al fin y al cabo, de eso se trata el amor.

Se han hecho muchas cosas en nombre del amor: se han dilapidado herencias, se ha viajado en su busca… el amor es el poder más grande que tiene la gente, es lo que nos mueve, más importante, incluso, que el dinero. Pero el amor también tiene sus límites: la media naranja puede dejar de serlo en un abrir y cerrar de ojos… ¿quién puede asegurar que te van a querer toda la vida? La verdad, es que nos lo creemos, todos queremos creer eso, todos queremos sentir que la felicidad es eterna, pero la amenaza de perderla, siempre está ahí fuera, al acecho, esperando caer sobre ella y arrasarla en cualquier momento. ¿Qué podemos hacer para impedir que eso pueda ocurrir? Nada. Pero yo creo que lo importante no es pensar en un contrato estable del amor, sino en vivir el momento y disfrutar lo que la vida nos da: carpe diem. Puede que un día desaparezca, pero mientras exista, mientras nos haga felices, ¡disfrutémoslo!

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Amigas desde la huerta

Posted by admin On enero - 19 - 2009

La amistad se demuestra principalmente en los malos momentos…….

Lula y Lila eran dos plantas de espinacas que nacieron en un mismo huerto y habían sido amigas desde entonces. Habían pasado juntas por los terribles fríos del invierno y los largos días de sol, y siempre se habían apoyado mutuamente, en espera de llegar a aquel momento mágico con que toda espinaca soñaba: el momento de servir de comida a un niño y transmiterle toda su fuerza.

Así que cuando llegó la hora de la cosecha, fueron juntas y felices a la fábrica de preparado, y de allí a la de envasado, y de allí al supermercado, donde fueron expuestas en uno de los mejores estantes. Ambas veían emocionadas pasar las señoras con sus cestas, fijándose en aquellas a las que acompañaba algún niño. Pasó todo un día entero sin que nadie se acercara, pero justo antes del cierre, una señora se acercó demasiado al estante, y sin darse cuenta golpeó la bolsa de Lula, que cayó al suelo, justo antes de que uno de los pies de la señora la empujara bajo la estantería.

Nadie se dio cuenta de aquello, y Lula pasó toda la noche llorando, sabiendo que se quedaría bajo el estante hasta ponerse mohosa. Lila, muy apenada, se lamentaba de la suerte de su amiga, sin poder hacer nada. Al día siguiente, cuando a media mañana se acercó una señora acompañada por un niño adorable, dispuesta a comprar la bolsa de Lila, ésta no podía alegrarse pensando en la desgracia de Lula. Y en un momento de locura y amistad, hizo un último esfuerzo por ayudar a su amiga de la infancia: justo cuando el niño iba a agarrar la bolsa, Lila sé dejó caer del estante y fue a parar al suelo junto a Lula. El niño, sorprendido y divertido, se agachó y sin darse cuenta cogió ambas bolsas.

Lila acabó con un par de tallos rotos, pero no le importó hacer aquello por salvar a su amiga. Y cuando horas después compartía el plato del niño con Lula, se sintió la espinaca más feliz del mundo por poder cumplir su sueño junto a su mejor amiga.

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