Mami, primero que nada quiero pedirte perdón por no estar contigo; en ese mi afán de explorar nuevas tierras y que deje mi nido hace tres años y gracias a tu apoyo y ejemplo aún no me canso de descubrir cosas nuevas.
Cualquier día es apropiado para decirte lo que hoy te digo; sin embargo aproveche la “festividad” de hoy para hacerlo.
Quiero decirte Gracias…
Por estar conmigo siempre.
Por enseñarme todo lo que me ha hecho ser mejor cada día.
Por llevarme siete meses en tu vientre y luego vigilar durante días mi pequeño cuerpo en la incubadora esperando a que terminara de formarse, para después sacarme al mundo, enseñármelo y llenarme de tu amor.
Por enseñarme a distinguir el verde del azul, la luz de la oscuridad y la “a” de la “e”.
Por transmitirme el amor a la cocina, a los colores, sabores y formas, por regañarme cuando lo necesitaba y por los baños fríos cuando me los merecía.
Por las noches que dejabas tu tranquilo sueño para darme una medicina, cuando llorando iba hasta tu cama a despertarte porque me dolía un oído o el estómago.
Por tu mano sosteniéndome en el hospital, por tus palabras sosteniéndome en pie y por tu amor sosteniéndome en la adversidad.
Por tus pasteles de cumpleaños, por tus piñatas y dulces, por mis vestidos nuevos y las tardes que pasabas haciéndolos.
Por cada verano en el club, por cada mariposa que me ayudabas a atrapar en el rancho y por cada chapuzón en la alberca.
Por las tardes en las que me ayudabas a hacer la tarea, en las que me hacías los disfraces de los festivales y por todas aquellas en las que me llevabas a mis clases de arte.
Por cada consejo, por cada oración, por cada sonrisa, por cada beso y por cada regaño, porque con ellos me has hecho desear ser una mujer extraordinaria, una madre amorosa y una esposa ejemplar, alguien exactamente como tu.
Ahora que vivo sola, que estoy a punto de cambiar mi vida, te entiendo mas que nunca; entiendo tus sacrificios y cansancios, hasta tus lágrimas y risas.
Solo deseo que Dios me permita tomar tu ejemplo para llegar a ser como tu, no le pido mas porque se que si me concede la fortaleza necesaria para lograrlo tendré todo lo que desee en la vida.
Espero que algún día me dé la dicha de ser madre y que pueda enseñarle a mis hijos tanto como tu me has enseñado.
Gracias…
Sé que será difícil que leas esta carta aquí, pero se que de repente una que otra paloma mensajera te lleva mis escritos… no te preocupes, aquí lo tengo de puño y letra para dártelo en la mano… solo quería decirle al mundo que tengo una madre maravillosa a quien amo y extraño mucho.
Feliz día mami.
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