Todo sobre Amistad!!

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Dile Adios al miedo que heredaste con Amor y amistad

Posted by admin On mayo - 16 - 2009

Las huellas de un pasado nunca son imborrables, creemos en nuestro presente como un reto frente a nosotros.

Añadimos un toque material a lo que nos rodea perjudicando así la mitología de nuestra única naturaleza.

Con el paso del tiempo hemos olvidado que no estamos aquí solo para nacer, crecer y reproducir , y dejar en el libro de la eternidad ni siquiera una sola palabra.

La evolución de la mujer y el hombre va encaminada a crear nuevos seres, nuevas semillas para esta Urantia desgastada y en llanto constante del nuevo milenio.

No cruces los brazos argumentando que no es tu destino, vives y respiras el mismo oxigeno que te presta vida. No queramos encontrar nuevos planetas para empezar desde cero una vez mas. La ceremonia empezó desde el momento de tu concepción.

Las huellas de un pasado nunca son imborrables, creemos en nuestro presente como un reto frente a nosotros.

Las huellas de un pasado nunca son imborrables, creemos en nuestro presente como un reto frente a nosotros.

Comprende hoy día el porque lo oculto siempre te brindará un nuevo idioma. Es aquí donde los nuevos dragones libran una batalla entre lo material y lo divino.

La raza de los nuevos dragones siempre vigilará todo aquello que perturbe la armonía de Su Reino, la victoria en conquistas de nuevos territorios insondables.

Su acento aunque parezca de este plano trae consigo una mística profunda , portadora de un verbo oculto, de una vida sin limites ni obstáculos que solo pretende la alegría inmaculada de su heredad.

Mientras la fusión mágica del hombre y la mujer no se realice, la cotidianidad invadirá nuestras vidas.
La fusión es conectar lo astral con lo físico, los deseos con las hormonas, tu alma con los instintos, lo divino con lo humano, para que los cuerpos comprendan que lo inmortal siempre existirá tocando la puerta de un deseo no consumado.

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Leyendas sobre CUPIDO amor y amistad

Posted by admin On febrero - 10 - 2009

En la antigua Grecia Cupido era conocido como Eros, el hijo joven de Afrodita la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Para los romanos Cupido es el dios del amor hijo de Venus y de Marte, dios de la guerra.

Cupido era ayudante de su madre Venus, dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales. Era pícaro y carismático, pero a veces cruel con sus víctimas, ya que no tenía escrúpulos.

A la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban la indiferencia.

Consciente del poder que tenia, a veces rechazaba las peticiones de su madre y los demás dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales así que provocaba frecuentes problemas a los dioses.

Un día se enfadó con Apolo cuando éste bromeo sobre sus habilidades como arquero, así que Cupido hizo que Apolo se enamorara de la ninfa Dafne y a ella le disparó una flecha con punta de plomo. Dafne rezó al dios río Peneo pidiendo ayuda y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.

Así entre rebeldía y travesuras, Cupido cumplía con su cometido, al paso del tiempo Venus comenzó a preocuparse porque su hijo no crecía, así que en busca de una respuesta se dirigió al Oráculo de Temis, quien le dijo: «El amor no puede crecer sin pasión».Venus no comprendió la respuesta hasta que nació su hijo Anteros, dios de la pasión. Cuando estaba junto a él, Cupido crecía y se transformaba en un hermoso joven, pero cuando se separaban, volvía a ser un niño.

Por otro lado en la Tierra de los mortales vivía una princesa llamada Psique (Alma), que a pesar de ser tan bella no lograba encontrar marido pues los hombres que la idolatraban no se sentían dignos de ella.

Su padre intentó hallar a través del oráculo de Delfos un buen marido para Psique, pero éste predijo que ella encontraría el amor en un precipicio. El marido que le sería destinado, una serpiente alada, terrible y poderosa, llegaría hasta ella y la haría su esposa.

Venus celosa por la gran belleza de Psique le pidió a Cupido que la hiciera enamorarse locamente del hombre más feo, vil y despreciable del mundo. Enterada de que se encontraba en el borde del abismo, envió a su hijo a dispararle sus flechas pero este al verla, se enamoró profundamente de ella y creció hasta convertirse en un apuesto joven.

Contra los deseos de Venus, Cupido llevó a Psique por arte de magia a un castillo aislado y se casó con ella, teniendo la condición de que como simple mortal, tenía prohibido mirarlo.

La princesa al sentirlo cerca y escuchar su dulce voz no sintió temor, estaba segura que no era un monstruo, sino el amante esposo que tanto tiempo había deseado. Él la visitaba todas las noches rogándole siempre que no viera su rostro.
Eran muy felices hasta que convencida por sus envidiosas hermanas, Psique rompió la prohibición impuesta por los dioses y miró a su marido.

Eso le valió el castigo de ser abandonada por Cupido, quien con tristeza se despidió diciéndole: «El Amor no puede vivir sin confianza». Expulsada del castillo, la arrepentida princesa recorrió el mundo en busca de su amado, superando una serie de desafíos cada vez más difíciles y peligrosos impuestos por Venus.

Como última instrucción le dio una pequeña caja indicándole que la llevara al inframundo. Tenía que llevar un poco de belleza a Proserpina la esposa de Plutón. Se le advirtió también que por ningún motivo debía abrir la caja.

Psique se alistó para el viaje y durante el se enfrentó a varios peligros que fueron superados gracias a los consejos dados, sin embargo la curiosidad por abrir la caja la venció así que lo hizo y al momento cayó en un profundo sueño que parecía la muerte.

Cupido al encontrarla, le retiró el sueño mortal de su cuerpo y lo puso de nuevo en la caja. Finalmente la perdonó al igual que Venus.

Fue tanto lo que ella luchó que finalmente los dioses conmovidos por el amor de Psique hacia Cupido, la convirtieron en una diosa para que pudiera reunirse con su amado.

Felizmente Cupido y Psique: El Amor y el Alma, se unieron tras duras pruebas. De esta unión nació una hija llamada Voluptas cuyo nombre significa «Placer», de donde derivan palabras como voluptuosidad.

A partir de la historia de estos dos personajes el amor ha sido simbolizado por dos corazones atravesados por una flecha: la flecha de Cupido.

Se podría decir que Cupido es el símbolo más importante de San Valentín, representado por un niño con alas y arco con flechas que son disparadas a las parejas provocando que se enamoren profundamente. Este niño también vivió su propia historia de amor…

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