Todo sobre Amistad!!

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EL OBRERO

Madre: cuando sea grande
¡ay que mozo el que tendrás!
te levantaré en mis brazos
como el viento alza el trigal.

Yo no sé si haré tu casa
cual me hiciste tú el pañal,
o si fundiré bronces,
los que son eternidad.

¡Que hermosa casa ha de hacerte
tu niñito, tu titán,
y que sombra tan amante
el alero te va a dar!.

Yo te regaré una huerta,
y tu falda he de colmar
con los frutos perfumados:
pura miel y suavidad.

De: Gabriela Mistral

FRUTO DEL TRABAJO

Del suelo brota el tallo
que riega el labrador,
y crece cada día
pidiendo luz al sol.

El tallo ya es espiga
ya el grano se formó,
esta dorado el trigo
al fin de la estación.

No habrá en la pobre choza
más hambre ni dolor;
el pan de cada día
le manda ya el buen Dios..

De: José Arnaldo Marquez

Gloria al pensador y al obrero

Gloria al pensador y al obrero

EL TRABAJO

Es el trabajo fuente de riqueza,
y aguijón diligenete de la pereza,
la ruina y los pecados más lastimosos,
son fruto obligados de los ociosos.

Porque eres fuente pura
que manas oro de la secreta hondura,
fecunda y rica en mi canción te llamo,
porque eres levadura
del humano vivir, buena te aclamo.

Redimes y ennobleces,
fecundas, regeneras, enriqueces,
alegras, perfeccionas, multiplicas,
el cuerpo fortaleces
y el alma en tus crisoles purificas.

Fecundo hiciste el mundo,
feliz no lo entregó tu amor profundo,
y cuando el crimen tu rigor atrajo,
nuevamente fecundo,
si no feliz, nos lo tornó el trabajo.

Labra, fecunda, modela,
toma rico el erial, pinta, cincela,
incrista, sierra, pule y abrillanta,
edifica, nivela, inventa, piensa,
escribe,
rima y canta.

Y gloria a Tí, Oh fecundo sol del
TRABAJO, alegrador del mundo; sin
ofensa de Dios, que fue el primero, TU
el creador profundo, bien te puedes
llamar del mundo entero.

De: José M. Gabriel y Galán

AL TRABAJO

Gloria al yunque y al arado
que en una mística unción
hacia todos los trabajadores
elevan su gran oración.

Gloria al pensador y al obrero
que forjando dicha van
en bien de nuestros pueblos,
con cariño y afán

De: Francisco Gonzáles

(26948)

un mensaje espiritual sobre el trabajo

Arrastrar la dura cadena
trabajar sin tregua y sin fin
es lo mismo que una condena
que ninguno puede eludir

El trabajo nace con la persona
va grabado sobre su piel
y ya siempre le acompaña
como el amigo mas fiel
Trabajar con nieve y con frío
con la fe del que ha de triunfar
porque el agua que lleva el río
no regresa nunca del mar

El trabajo nace con la persona
va grabado sobre su piel
y ya siempre le acompaña
como el amigo mas fiel
Vale mas tener esperanza
y luchar por algo mejor
trabajar con fe y esperanza
por lograr un mundo mejor

El trabajo nace con la persona
va grabado sobre su piel
y ya siempre le acompaña
como el amigo mas fiel.

(1061)

En recordatorio a todos los que trabajan, a los que lucharon, a los desocupados, y los que murieron trabajando… 1 mayo, dia mundial del trabajador, importante poder resaltar la importancia del trabajo en sus distintas facetas

(1040)

cien frases para el dia del trabajo trabajador obrero

Posted by admin On abril - 25 - 2009

1 -Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo. Thomas Jefferson

2- Si respetas la importancia de tu trabajo, éste, probablemente, te devolverá el favor. Mark Twain

3 – He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido. Leonardo Da Vinci

4 – El trabajo es la fortuna del hombre. Doménico Cieri Estrada

5 – No basta trabajar, es preciso agotarse todos los días en el trabajo. Auguste Rodin

6 – Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada. Martin Luther King

7 – Pensándolo bien no hay otra solución para el progreso del hombre que un honesto día de trabajo, las decisiones tomadas diariamente, las expresiones generosas y las buenas acciones del día. Ralph Waldo Emerson

8 – Más se estima lo que con más trabajo se gana. Aristóteles

9 – El mejor remedio contra todos los males es el trabajo. Charles Baudelaire

10 – El trabajo que un hombre desconocido ha hecho es como un arroyo de agua que corre oculto en el subsuelo secretamente haciendo verde la tierra. Thomas Carlyle

Sin trabajo nada prospera. Sófocles

11 – Si un hombre ama su trabajo, por encima del éxito o la fama, es un elegido de dios. Robert Louis Stevenson

12 – Lo que sé a los sesenta años, ya lo sabía a los veinte. Cuarenta años de un largo, superfluo trabajo de comprobación. Emil Michel Cioran

13 – La plena y entera disposición del trabajo y de sus productos (es decir, la plena y entera facultad de trocar dicho producto, de cambiarlo, de alienarlo e incluso de legarlo) va acompañada de la plena facultad de posesión del medio de producción que se hace valer ya sea individualmente o por asociación. Lo esencial que hemos de tener presente es que gracias a la posesión personal de la herramienta o de la máquina o procedimiento de producción, la unidad productora, en caso de ruptura de contrato de asociación, no se halle jamás desprovista, entregada a la arbitrariedad o sometida a las condiciones de un medio social al que le repugnase pertenecer. Emile Armand

14 – La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que hace. Si no ha encontrado todavía algo que ame, siga buscando. No se conforme. Al igual que los asuntos del corazón, sabrá cuando lo encuentre. Steve Jobs

15 – El secreto de la alegría en el trabajo está contenida en una palabra: excelencia. Saber cómo hacer algo así es disfrutarlo. Pearl Buck

16 – ( …) Creo que este trabajo es un acto de soledad absoluta, de corredor de fondo. Manuel Vicent

17 – El exceso de trabajo repugna a la naturaleza humana, pero no el trabajo. El exceso de trabajo para proveer a una minoría los lujos, pero no el trabajo que origina el bienestar de todos. El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física acumulada; una necesidad que es en sí la salud y la vida. Piotr Kropotkin

S18 – ólo existes por lo que haces. Federico Fellini

19 – Mi trabajo es mi única relación con el todo. Federico Fellini

20 – El trabajo cura todo. Henri Matisse

21 – El placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga. Quinto Horacio Flaco

22 – El trabajo es una invasión de nuestra privacidad. Woody Allen

23 – Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo. Thomas Carlyle

24 – El trabajo es vida. Thomas Carlyle

25 – El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física acumulada; una necesidad que es en sí la salud y la vida. Si tantas clases de trabajo útil son hechas ahora de mala gana, es únicamente porque imponen un exceso de trabajo o no están bien organizadas. Piotr Kropotkin

26 – Un buen remedio contra la enfermedad del yuppie: invierte más tiempo en tu trabajo que trabajo en tu tiempo. Friedrich Dürrenmatt

27 – Y para que no te haga desmayar este presupuesto, acuérdate que donde hay trabajos de mundo, hay favores del cielo; y donde hay contradicciones de naturaleza, hay socorros de gracia… Fray Luis De Granada

28 – El trabajo que nunca se empieza es el que tarda más en finalizarse. John Ronald Reuel Tolkien

29 – Planifica tu trabajo y luego trabaja sobre tu plan. Sir Robert Baden Powell


30 – Los obreros disponen de un poder formidable y cuando lleguen a darse bien cuenta de él y se decidan a usarlo, nada podrá resistirles. Bastará que cese todo trabajo y se apropien de todos los productos de su trabajo, que los consideren y los gocen como propios. Éste es el sentido de los motines obreros que vemos estallar casi por todas partes. Max Stirner

31 – Un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, no importa que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros. Salvador Allende

32 – El hombre, se hizo hombre a través del trabajo, transformando lo natural en artificial. Ernst Fischer

33 – Cuando haces un mal trabajo y nadie te corrige, es cuando los han dejado solos, por eso cuando alguien les exige por dos horas es porque se preocupa por ustedes. Randy Pausch

34 – Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida. Samuel Goldwyn

35 – Trabajo mal pago es trabajo ineficiente y pobre, en todas partes del mundo. Henry George

36 – Sé que tengo un trabajo que me gusta, y cuando parece que a la gente le gusta lo que hago, aún me gusta más. Cuando emano algo me vuelve más fuerte, lo que creo que me da energía. BB King

37 – El trabajo tiene, entre otras ventajas, la de acortar los días y prolongar la vida. Denis Diderot

38 – En cada aumento de las condiciones así como en la fabricación de nuevas herramientas, el trabajo humano se convierte en versión abreviada. Charles Babbage

39 – La vida florece por el trabajo, vieja verdad. Arthur Rimbaud

40 – ¿Queréis el trabajo? perfectamente, nosotros lo queremos también, pero lo queremos integral. no buscamos un medio de tener descansos, sino pretendemos hallar en él plena satisfacción. deseamos el trabajo porque él es nuestra autorrealización. Max Stirner

41 – Ocho horas diarias de trabajo es suficiente para cualquier ser humano, y debe obtener suficiente para permitir un suministro de alimentos generoso, vestimenta y vivienda. Robert Owen

42 – El trabajo es todo lo que se está obligado a hacer; el juego es lo que se hace sin estar obligado a ello. Mark Twain

43 – Nos desdeñamos u odiamos porque no nos comprendemos porque no nos tomamos el trabajo de estudiarnos. Santiago Ramón Y Cajal

44 – Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!. Santiago Ramón Y Cajal

45 – Nadie es más que otro si no hace más que otro. Ramiro De Maeztu

46 – Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos. Henry David Thoreau

47 – La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo. Benjamin Franklin

48 – No es un trabajo realmente a menos que usted preferiría estar haciendo otra cosa. James Matthew Barrie

49 – Los premios no son nada. Mi premio es mi trabajo. Katherine Hepburn

50 – El trabajo y el amor, estos son los conceptos básicos. Sin ellos hay neurosis. Theodor Reik

51 – Trabaje y trate de encontrar el trabajo que se adapte mejor a usted y realmente disfrute haciéndolo. Harvey Keitel

52 – El mayor cansancio proviene del trabajo no realizado. Eric Hoffer

53 – Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (…) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tan trabajo. El hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo. Jean Baudrillard

54 – El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete este principio es intrínsecamente injusta. Jaime Balmes

55 – El puente colgante en lo alto y en todas direcciones balancea la lluvia fresca. Shiki Masaoka

56 – Decimos: «Haz como la hormiga, que trabaja todo el día.» ¡No sabemos cuán jóvenes mueren!. Ernesto Esteban Echenique

57 – Trabajo en torno a la descripción y me desentiendo de todo intento que haga el soñante para desprenderse de él. Carl Jung

58 – No existe ningún trabajo despreciable, sino tan sólo personas despreciables a quienes no les interesa hacerlo. Ayn Rand

59 – Todo gran trabajo es preparado cómo para que suceda como un accidente. Sidney Lumet

60 – Es mi trabajo no estar nunca satisfecho. Wernher von Braun

61 – La combinación es una preciosa flor, nacida de la fantasía, del amor, del trabajo y de la lógica. David Bronstein

62 – El trabajo es mucho más divertido que divertido. Noel Coward

63 – Pues bien, mi trabajo: arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias. -bueno- pero tú no estás entre los marchands de hombres que yo sepa; y puedes tomar partido, me parece, procedente realmente con humanidad pero, ¿Qué quieres?. Vincent Van Gogh

64 – He puesto mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso. Vincent Van Gogh

65 – El logro supremo es borrar la línea entre el trabajo y el juego. Arnold Joseph Toynbee

66 – Alivio es de trabajos el reposo. Séneca

67 – Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo. Séneca

68 – Toda virtud se adquiere con trabajo. Séneca

69 – Trabajos nos dan quien grandezas nos promete. Séneca

70 – No me gusta trabajar, pero me gusta que en el trabajo tienes la oportunidad de encontrarte a ti mismo. Tu propia realidad, para ti mismo, no para otros, que ningún otro hombre puede conocer. Joseph Conrad

71 – Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente que hable. Don Bosco

72 – Templanza y trabajo son los dos mejores custodios de la virtud. Don Bosco

80 – Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera. Don Bosco

81 – ¡Ánimo!. Todo pasa. Ama tu trabajo y no dejes de cumplir tu deber cada día. Don Bosco

82 – Cuando tengas una tarea difícil que hacer, algo que parece imposible, solamente trabaja cada día un poco, todos los días un poco, y de repente verás que el trabajo estará terminado. Karen Blixen

83 – Amar a la vida desde el trabajo es intimar con el más recóndito secreto de la vida. Khalil Gibran

84 – Nunca pienso en mi como un ícono. Eso está en las mentes de la gente no está en mi mente. Apenas hago mi trabajo. Audrey Hepburn

85 – Disfrutar con el trabajo es hallar la fuente de la juventud. Pearl Buck

86 –  El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba. Petrus Jacobus Joubert

87 – El chiste está en lo que uno recalca. O nos hacemos infelices o nos hacemos fuertes. La cantidad de trabajo es la misma. Carlos Castaneda

88 – Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama. Aristóteles

89 – El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo. Victor Hugo

90 – El trabajo tiene muchas dimensiones. Entre ellas, que es profundamente humanizador, si no es pervertido por la explotación. Alberto Morlacheti

91 – El dominio viene de la práctica, la práctica viene de la experimentación juguetona y compulsiva y de una sensación de algo maravilloso. El músico, el atleta, el bailarín continúan con su práctica a pesar de los músculos doloridos y de quedarse sin aliento. Este nivel de actuación no lo logra ninguna exhortación calvinista del superyó, a través de sentimientos de culpa u obligación. En la práctica el trabajo es juego, es intrínsecamente gratificante. Es sentir a nuestro niño interno que pide jugar sólo cinco minutos más. Stephen Nachmanovitch

92 – Deberíamos recibir bien los trabajos, sabiendo que vienen por providencia divina. Séneca

93 – El fin de un trabajo es principio de otro. Séneca

94 – Mejor se guarda lo que con trabajo se gana. Séneca

95 – Todo es posible a quien no teme los trabajos. Séneca

96 – Llevadero sería todo trabajo, si no lo acrecentase la opinión de las gentes. Séneca

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El dia del trabajo, trabajador obrero

Posted by admin On abril - 25 - 2009

Como pasa con una gran cantidad de fechas conmemorativas, poco sabemos del hecho histórico que les dió origen.
Sin embargo, el 1º de Mayo puede servirnos no sólo para recordar a aquellos obreros de la historia, sino también y más que nada para traer a cuenta que ha pasado más de un siglo desde aquel entonces y los trabajadores del mundo siguen sin gozar los derechos que les corresponden. Es más, ni siquiera el derecho de trabajar existe hoy en la mayor parte de los países del llamado ‘tercer mundo’.

el 1º de Mayo puede servirnos no sólo para recordar a aquellos obreros de la historia

el 1º de Mayo puede servirnos no sólo para recordar a aquellos obreros de la historia

El Día internacional de los trabajadores o Primero de mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas, que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago.

Llamativamente en los Estados Unidos no se celebra esta conmemoración. Allí celebran el Labor Day el primer lunes de septiembre desde 1882 en una parada realizada en Nueva York y organizada por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos.

En julio de 1889 se realizó en París el Congreso Internacional con representantes de los trabajadores de varios países europeos, en el que decidieron crear la Segunda Internacional, una organización entre cuyos fines se encontraba el de propugnar por el establecimiento de una legislación laboral favorable a la clase obrera, La delegación francesa presentó la iniciativa para que se preservara en la memoria el sacrificio de los trabajadores caídos en la lucha por alcanzar las mejoras a las que todo trabajador tiene derecho. El Congreso aprobó la iniciativa y estableció que cada primero de mayo, las agrupaciones laborales efectuarían manifestaciones públicas, además de exigir mejoras en sus condiciones de vida.

En México, a partir de la última década del siglo pasado, la conmemoración de esta fecha se inició en lugares cerrados. Y no fue sino hasta el presente siglo que, en 1913, la Casa del Obrero Mundial, organización de trabajadores mexicanos fundada el año anterior, realizó el primer desfile obrero en la capital del país.

El Día internacional de los trabajadores o Primero de mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

El Día internacional de los trabajadores o Primero de mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

La historia
Los hechos que dieron lugar esta celebración están contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». En este contexto se produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor, Federación Estadounidense del Trabajo, inicialmente socialista (algunas fuentes señalan el origen anarquista). En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.

En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

Como la Ley Ingersoll no se cumplió, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».

La convocatoria de huelga
La «Noble Orden de los Caballeros del Trabajo» (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

En la prensa del día anterior a la huelga, el 29 de abril de 1886, se podía leer: «Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas». El New York Times decía: «Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo». El Filadelfia Telegram decía: «El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas». El Indianápolis Journal decía: «Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento».

El día 1 de mayo, la huelga
El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fabrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2 la polícia había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

El redactor del Arbeiter Zeitung Fischer corrió a su periódico donde proclama (que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca) imprimiendo 25.000 octavillas. La proclama decía:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden…

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.
La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket. Los hechos que allí sucedieron son conocidos como Revuelta de Haymarket.

La revuelta de Haymarket
Artículo principal: Revuelta de Haymarket
Se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20.000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud matando e hiriendo a un número desconocido de obreros.

Se declaró el estado de sitio y el toque de queda deteniendo a centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.

Estos hechos represivos fueron apoyados por una campaña de prensa con citas como:

Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!
La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero.

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, que luego quedaron en 8. Las irregularidades en juicio fueron muchas violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.

Prisión
Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.
Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.
Michael Swabb, alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.
A muerte en la horca
El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:

Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafa.
Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.
Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente.
Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista.
Louis Linng, alemán, 22 años, carpintero para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
Relato de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires (Argentina):

…salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro… Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: «la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…
El Crimen de Chicago costó la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, rusos, irlandeses, judíos, polacos y eslavos.

Consecución de la jornada laboral de ocho horas
A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: «Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».

La consecución de la jornada de 8 horas marcó un punto de inlfexión en el movimiento obrero mundial. El propio Federico Engels en el prefacio de la edición alemana de 1890 de El manifiesto comunista dice:

Pues hoy en el momento en que escribo estas líneas, el proletariado de Europa y América pasa revista a sus fuerzas, movilizadas por vez primera en un solo ejercito, bajo una sola bandera y para un solo objetivo inmediato: la fijación legal de la jornada normal de ocho horas, proclamada ya en 1866 por el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra y de nuevo en 1889 por el Congreso obrero de Paris. El espectáculo de hoy demostrara a los capitalistas y a los terratenientes de todos los países que, en efecto, los proletarios de todos los países están unidos. !Oh, si Marx es tuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!
en la actualidad

A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En la última década del siglo esos progresos retrocedieron bajo la influencia del neoliberalismo.

En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen, siendo en general países de colonización británica, como Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, que celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre. En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte.

En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. Últimamente se viene denominando a este día como Día Internacional del Trabajo.

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