Si hay un colectivo que lo ha tenido históricamente difícil para conseguir financiación, este es, sin duda alguna, el de los autónomos. Los trabajadores por cuenta propia sufren de cierta inestabilidad laboral a causa de la irregularidad de los ingresos que perciben, lo que les complica el acceso al crédito bancario. Sin embargo, desde hace algunos años, la oferta de préstamos para autónomos ha aumentado notablemente gracias a la aparición de nuevas empresas online que comercializan instrumentos financieros diseñados para distintos perfiles. El surgimiento del ‘crowdlending’ revoluciona el sector Como apuntan desde el comparador financiero HelpMyCash.com, el auge de las empresas fintech (compañías online innovadoras que ofrecen servicios financieros) ha supuesto un antes y un después para el sector de los créditos para autónomos y pequeñas y medianas empresas. De entre todas las plataformas que han surgido, destacan especialmente las de crowdlending, un novedoso método de financiación que no requiere de intermediación bancaria. El funcionamiento de las plataformas de crowdlending es muy sencillo. El solicitante tramita su petición a través de Internet aportando los datos y la documentación necesaria y los administradores de la plataforma evalúan toda la información y le otorgan una calificación crediticia: cuanto mejor sea su nota, más bajo será el interés aplicado sobre el producto financiero solicitado. Si se pasan todos los filtros, el proyecto se publica en la página web de la plataforma y los inversores independientes que forman parte de su comunidad pueden aportar el capital que necesita el autónomo. Tras alcanzar el importe deseado, el dinero se transfiere a la cuenta del solicitante y éste debe reembolsarlo del modo pactado pagando los intereses y comisiones correspondientes. En España, estas plataformas llevan solo unos años operando y han tenido ciertas dificultades para asentarse debido a las trabas burocráticas. Actualmente, es obligatorio contar con la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero hasta el momento esta institución solo ha dado luz verde a nueve plataformas de financiación participativa. Asimismo, también es destacable la aparición de prestamistas privados que ofrecen instrumentos financieros que los autónomos pueden contratar para obtener liquidez para su negocio o para proyectos particulares. Por un lado, durante el último lustro han surgido varias compañías como Iwoca o Spotcap que conceden productos destinados a financiar el circulante de la empresa, mientras que también se han creado otras empresas como PepeDinero que comercializan mini préstamos diseñados para cubrir pequeños imprevistos puntuales. Los bancos tratan de adaptarse al ‘boom’ tecnológico El auge de estas nuevas compañías y plataformas alternativas ha cogido a contrapié a las entidades bancarias tradicionales, que han tenido que digitalizar sus procesos y servicios para poder competir dentro de un mercado totalmente distinto al que estaban acostumbradas. En el campo de la financiación para autónomos, los bancos no han incorporado muchas novedades tecnológicas, pero sí lo han hecho en el de los medios de pago y transferencias. Por ejemplo, cada vez son más las entidades que disponen de aplicaciones propias que permiten pagar compras a través del teléfono móvil y recientemente varios bancos se unieron para crear Bizum, un servicio con el que se pueden realizar transferencias gratuitas de dinero entre cuentas de distintas entidades a través del smartphone.