“Lleva mucho tiempo crecer hasta convertirse en un niño”
Pablo Picaso
El primer juguete que recuerdo que me dejaron los reyes, fue un camión grande, muy rústico, hecho toscamente de madera. Era el único juguete que tenía y la única forma de entretenerme con tamaño artefacto, era atarle una cuerda y tirar de él cuando salía de casa. Como por aquel entonces las calles estaban empedradas y las ruedas eran también de madera, cuando salía a la calle tirando de aquel armatoste, no exagero si digo que hacía tanto ruido que provocaba la curiosidad de los vecinos que se asomaban a sus balcones a ver que pasaba.