El texto es copiado de la pagina de M. A. Cava.
Resulta sorprendente el descaro y la irresponsabilidad con que se han comportado durante estos últimos días las autoridades económicas de la Unión Europea induciendo a desconfiar de la solvencia de España.
Vaya por delante que no está mal que le pidan explicaciones al gobierno de España. Es más nos parece una buena decisión porque nuestro gobierno ha demostrado su incompetencia e irresponsabilidad. Si el gobierno de España no ha cumplido con las medidas a que se comprometió en mayo de este año, exíjanle el cumplimiento de los compromisos, pero no lo anuncien en la “tele”.Ahora bien, háganlo con discreción, como ustedes saben que se hacen estas cosas, no a voz en grito, porque es indudable que haciéndolo así dificultan el camino y siembran la duda entre los inversores y los ciudadanos.
Al ver su interés en sembrar las dudas sobre la solvencia de España, debemos concluir que persiguen un fin oculto. Están presionando para forzar su rescate.
No pretendo defender a las autoridades económicas españolas. Es evidente que han tardado demasiado tiempo en darse cuenta de la magnitud de la crisis, que cometieron un error tan grave que justifica ampliamente la desconfianza de los ciudadanos en sus autoridades económicas. Y es evidente que las autoridades económicas españolas han sido muy lentas a la hora de adoptar las medidas necesarias y más aún en aplicarlas. Ahora bien, la Unión Europea debería ayudar. Exijan responsabilidades al presidente del gobierno de España, pero lo que no siembren las dudas proclamándolas a voz en grito.
Es indudable que los gobiernos de la Unión están empeñados en que los países periféricos nos dejemos salvar. Eso sí, a cambio de imponer un duro ajuste fiscal, que, como siempre, perjudicará a los más débiles. Lo hemos visto con Irlanda y probablemente sucederá con Portugal y a lo mejor con España (la probabilidad puede estar en torno al 20%).
Durante la crisis de Irlanda, resulto llamativo que los países de la Unión estuvieran más interesados en prestar a Irlanda, que Irlanda en aceptar los préstamos y….. el plan de ajuste que los préstamos traían consigo.
¿Por qué ese interés de la Unión Europea en rescatar a los países periféricos?
Tras conocer el plan de ajuste de Irlanda y el coste de los préstamos, es evidente que la actuación no persigue aumentar el ritmo de crecimiento económico de Irlanda, ni un incremento de los niveles de empleo. Más bien, va a provocar todo lo contrario. Yo, como ciudadano, ante la irresponsabilidad del gobierno de mi país, me gustaría que la intervención de la Unión Europea fuese más allá de un duro ajuste fiscal. Me gustaría que obligasen a mi gobierno a gobernar bien, a reducir el tamaño del sector público y a que se preocupase por los asuntos de su competencia. Todos sabemos que para mejorar la competitividad de un país hay que empezar por la educación y que conseguirlo exige tiempo. Todos sabemos que para mejorar la competitividad hay que dotar al país de una calidad institucional. Todos sabemos que en las cuestiones fundamentales de un estado los partidos políticos deben esforzarse por alcanzar un consenso amplio. ¡Es obvio! Entonces, ¿por qué no exige la Unión Europea antes de prestar el dinero que se den pasos en la dirección correcta?
Sencillo, porque a la Unión Europea realmente no le importa el país periférico de turno (ni su economía ni sus ciudadanos), sólo le importa la estabilidad de los mercados, la estabilidad del euro. No está mal, todos deseamos la estabilidad de los mercados, pero también queremos que nuestro país mejore, sus ciudadanos y su economía.
En conclusión, las autoridades económicas europeas no persiguen solucionar los problemas de Irlanda, ni de Portugal, ni de España, lo único que realmente les preocupa es que el mercado se estabilice y que pase el tiempo. Están, en definitiva, comprando tiempo, pero no solucionan problemas ni exigen a los gobiernos que lo hagan.
Toda la casta gobernante, española y europea, simplemente está a la espera de que la economía de los EE.UU. se recupere, como parece que está sucediendo, y tire del resto del mundo. Si la recuperación tuviera éxito, la inflación subiría y con ello sería más barato devolver los préstamos y amortizar la Deuda pública. Y les da igual todo lo demás.
Ahora bien, queridos políticos esta crisis no es como las anteriores. Estamos viviendo como si fuera algo normal una excepcionalidad, no sabemos cómo reaccionarán las economías cuando los bancos centrales retiren la liquidez del mercado en el momento en que la inflación repunte, no sabemos si la Unión Europea será capaz de mantener este ritmo lento y ordenado de rescate de países. Seguimos en una trampa de liquidez, donde los bajos tipos de interés y las compras de deuda pública y bonos privados por parte de los bancos centrales no son medidas suficientes para provocar un incremento de los prestamos y del consumo privado y de la inversión, dado el elevado endeudamiento del sector privado.
Por el momento, no hay riesgos inflacionistas en los EE.UU. y su economía está ganando tracción.
Tal vez ahora sepamos un poco mas que nos espera cuando los bancos centrales dejen de manipular en los mercados