Jose Luís de Haro / Nueva York
Las reacciones al cambio de perspectiva sobre Estados Unidos llevada a cabo hoy por Standard & Poor´s han sido muchas y, sobre todo diversas. La decisión ya está tomada y ahora muchos se preguntan si la primera economía mundial se merece que la calidad de su deuda haya sido puesta en cuarentena.
La semana pasada ya vimos como el FMI apremió a Washington para que adopte medidas creíbles que reduzcan su abultada deuda, que podría llegar al 110% en 2016 según el organismo. Previamente, el mayor tenedor de bonos privado del mundo, Pimco, retiró buena parte de sus posiciones en la deuda del país, al atisbar crecientes problemas, especialmente suscitados por la política monetaria de la Reserva Federal y sus estímulos.
Para Patrick Legland, director de inversiones de Societe Generale, este era un hecho “predecible”, según ha explicado a elEconomista nada más conocerse la noticia. Desde su punto de vista, tanto Moody’s como S&P tienen un límite a la hora de mantener la máxima calificación para la deuda de un país y es que los costes de financiación no superen el 18% de los ingresos fiscales totales del país.
“En estos momentos, este porcentaje está entre el 12 y 13% en EEUU, pero con una subida de tipos de interés más que probable en el futuro podría dispararse hasta el 18 por 100%”, reconoce Legland.
“No será víctima de impago”
Steven Major, director de renta fija en HSBC, explica que “esto podría ser una llamada de atención al Congreso” pero matiza que “EEUU no tiene un problema de deuda como tienen otros países”. “El país nunca llegará a ser víctima de un impago, es un país soberano real que puede imprimir dinero”, apunta al mismo tiempo que pone de manifiesto que “toda la atención relativa a los bonos del Tesoro de EEUU debería estar puesta en la posible inflación y los tipos de cambio pero no en el déficit presupuestario o en la deuda del país”.
Mientras tanto, sobre el parqué de la New York Stock Exchange, Alan Valdes, vicepresidente de DME Securities, no duda en afirmar que la decisión de S&P “era algo que todos los traders pensábamos ya”. En su opinión, “todos sabemos que el déficit presupuestario y la deuda son algo a lo que nos tenemos que enfrentar”, añade. Aún así, ha restado importancia a la caída experimentada por la renta variable estadounidense. “Cuando Grecia u otros países han sufrido rebajas hemos caído más de 100 puntos pero al cabo de una semana los hemos recuperado”, apunta.
Por su parte, Aaron Gurwitz, director de inversiones de Barclays en Nueva York, asegura que “esta decisión no tiene demasiado sentido”, al menos desde su punto de vista. “No existe una historia de datos consistentes que justifiquen este resultado, es todo bastante efímero“, señala. Gurwitz, al igual que Valdes indica que la caída experimentada por la renta variable de EEUU será transitoria y anecdótica.