Raquel Villaécija.
Las compañías galas tienen problemas para cubrir un tercio de las ofertas que proponen. Un 70% asegura no encontrar el perfil adecuado, y esto se traduce en 600.000 puestos de trabajo vacantes en el país vecino, una suculenta oferta laboral de ‘profesionales de calidad’.
Parece increíble, pero mientras en España miles de personas matarían por dejar de formar parte de las listas del paro, al otro lado de los Pirineos, donde también padecen la enfermedad del desempleo, sufren a la vez de escasez de personal. Extraña paradoja. Si en casa las empresas hacen malabarismos para no tener que despedir a sus empleados por culpa de la crisis, en el país vecino cuatro de cada diez compañías piden a gritos trabajadores cualificados.
Este es el diagnóstico de un estudio realizado por Pôle Emploi, el servicio público de empleo francés. En concreto, las compañías galas tienen problemas para cubrir un tercio de las ofertas que proponen, lo que se traduce en cerca de 600.000 puestos.
Si en casa sobran ganas y falta trabajo, fuera escasea la motivación y el talento. La penuria de candidatos idóneos, el personal cualificado o de perfiles adecuados (falta de experiencia, de motivación o de formación) son algunas de las razones que empujan a las empresas a desistir en su proceso de selección. Mejor que estos empleos queden desiertos que quedarse con cualquiera.
Según el Inem galo, alrededor de 320.000 ofertas no se cubren por alguno de estos motivos. El 70% de las compañías privadas asegura no encontrar el perfil que busca, mientras que un 80% estima que los candidatos que han pasado por sus oficinas no se ajustan a las exigencias. En el 20% de los casos la mala imagen es lo que tira para atrás a los jefes de Recursos Humanos.
La penuria se da más en determinadas profesiones, como la sanidad, la restauración o el creciente sector de las ayudas a domicilio. El país vecino echa de menos profesionales de calidad precisamente en los sectores donde más parados hay en España: en la construcción y en el sector inmobiliario. En el ladrillo uno de cada dos contratos tiene pega.
Los más demandados
La agencia de empleo gala incluso ha elaborado un top ten de las profesiones que se encuentran en números rojos: enfermeras, personal especializado en cuidados paliativos y asistencia a domicilio, agentes comerciales, animadores deportivos y agentes de seguridad serán los oficios más demandados en 2011.
En concreto, el sector médico y el de ayudas a domicilio prevé sacar al mercado más de 195.000 ofertas. Francia también reclama a gritos ingenieros informáticos y, más sorprendente aún en el país de la cuisine: cocineros y camareros.
Otro de los sectores con más dificultad a la hora de encontrar candidatos cualificados es el de la aeronáutica. El gremio pretende contratar miles de ingenieros, técnicos y obreros, aunque las pequeñas y medianas empresas reconocen tener serias dificultades para atraer a profesionales formados debidamente.
“Los grandes grupos como Airbus o Safran no tienen problemas. Sí los encuentran las compañías medianas”, explica Jean-Paul Herteman, presidente del grupo de industriales franceses aeronáuticos y espaciales (Gifas), quien asegura que para estos grupos no es fácil encontrar empleados para determinados puestos que requieren una alta cualificación y cursos de formación de varios años.
Incorporaciones
En total, en 2011 las empresas francesas prevén realizar un millón y medio de nuevos contratos. Éstas son las incorporaciones previstas para cubrir sus necesidades, aunque muchas tendrán que suplir los puestos sin aumentar la plantilla.
En este sentido, la mayoría de estas empresas compensan esa falta de personal especializado reciclando a la plantilla existente. Aunque la mayoría reconoce que prefiere formar a sus trabajadores, otras están empezando a buscar fuera lo que no encuentran en casa.
En concreto, un 20% asegura que está comenzando a buscar nuevos perfiles fuera de las fronteras francesas. Un porcentaje que se ha triplicado en el último año, según Pôle Emploi.
Lo más significativo es que ninguna de las compañías consultadas alega no poder cubrir los puestos por falta de ayudas a la contratación o por motivos económicos. Y eso que el paro es, según la última encuesta del Instituto de Estadística francés (Insee), la primera preocupación de los franceses.
Mundo de locos, mientras en España los empresarios hacen números para no tener que prescindir de sus recursos humanos, en Francia piden a gritos nuevos trabajadores.
Operación cazatalentos
Cuando la necesidad aprieta, el ingenio se desarrolla. Muchas compañías francesas recurren a técnicas de lo más variopinto para encontrar candidatos idóneos con los que cubrir sus puestos. Creatividad, originalidad y espontaneidad son las virtudes más demandadas por los ojeadores laborales.
Estos predican con el ejemplo y aplican también estas cualidades a la hora de poner en marcha sus procesos de selección.
El sector de la informática, uno de los estudios con mayor demanda de profesionales, se lleva el premio en ideas originales. La empresa Atos Origin ha organizado los ‘talent days’ en más de una decena de ciudades francesas. Una especie de ‘casting’ masivo con el objetivo de reclutar a más de 1.500 nuevos colaboradores.
También especializada en el sector informático, Akka Technologies está a la caza de 150 profesionales para incorporar a sus filas. Esta compañía opta por algo aún más lúdico y reúne a un primer grupo de elegidos durante un fin de semana en una estación de esquí. Entre cursos y competiciones, potenciales empleados y jefes pueden conocerse un poco mejor antes de que estos últimos den el veredicto final.
En Francia, el ‘modus operandi’ en la contratación ha cambiado. La tradicional entrevista de trabajo ya ha pasado a la historia y cada vez más empresas la sustituyen por estas iniciativas más lúdicas. En este sentido, una de las fórmulas más extendidas es la del ‘jobdatting’. Los grupos que quieren realizar contrataciones a gran escala optan por reunir masivamente a los potenciales empleados durante las fechas concretas en algún lugar habilitado para ello.
En lo que va de año la compañía francesa Grupama ya ha firmado 600 nuevos contratos mediante este sistema. Y prevé realizar otros 3.000 entre este año y el próximo.