Ana Palomares.
Ni los resultados corporativos, ni las previsiones de los analistas. Ni siquiera la crisis de la deuda de los países de la periferia de la eurozona. Lo que se ha convertido en la gran preocupación de los mercados es el futuro a corto plazo que le espera a la primera economía del mundo: Estados Unidos.
Sobre todo ahora que la Fed está dispuesta a poner fin a su programa de medidas cuantitativas (QE2) que ha actuado de impulso a la economía estadounidense.
Los últimos datos que se han conocido al otro lado del Atlántico no auguran nada bueno. Un claro ejemplo de que los datos macro están sorprendiendo negativamente a EEUU y por ende a todos los mercados de renta variable, se ve en la evolución del índice Citigroup Economics Surprise Index, que mide la sorpresa que generan los datos macroeconómicos en EEUU. Una lectura por encima de cero indica que esas sorpresas son positivas y por debajo, que son negativas. Así, el índice no sólo empezó el mes de mayo por debajo de cero sino que además ahora cotiza en -117 puntos, la lectura más baja desde finales de 2008, lo que da pie a pensar que crece el número de quienes creen que EEUU se encamina a una W.
La fuerte caída que ha experimentado este índice desde que marcara máximos el 4 de marzo de 2011 coincide con el igual de fuerte retroceso que ha experimentado la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años (cae cuando sube el precio), que ha pasado del 3,49 por ciento al 3,03 por ciento e incluso en este periodo se ha situado por debajo del 3 por ciento, algo que no sucedía desde diciembre del año pasado. “Ambos están fuertemente correlacionados y eso es lo que están diciendo los datos macro”, afirma Miguel Paz, de Unicorp. A pesar, incluso, de que lo lógico sería que se viera una subida en la rentabilidad a medida que se acercara la fecha en la que el programa de compra de deuda pública por parte de la Fed, conocido como QE2, tocara su fin. Algo que previsiblemente sucederá el próximo 30 de junio.
También lo previsible sería que se viera una cierta recuperación del dólar. Pero ayer el euro volvió a acercase a los 1,47 dólares.
Cómo afecta al mercado
El sentimiento negativo sobre la economía se está extendiendo por tanto al mercado de renta variable, tanto al europeo, que también tiene que lidiar con una crisis de deuda sin precedentes, como al norteamericano. Y, además de las caídas de las bolsas en los últimos días, una prueba de ello se ve en la encuesta de sentimiento de mercado que realiza la Asociación Americana de Inversores Individuales.
Con la excepción de la última semana –donde el resultado no refleja la reacción ante el dato de empleo que se conoció el viernes ya que que la encuesta se publica el jueves-, en el resto de semanas de mayo (cuando el índice de Citigroup pasó a números negativos) ha ido cayendo el porcentaje de inversores alcistas hasta registrar un mínimo del 25,61 por ciento hace quince días.
Por el contrario, el número de bajistas se incrementó en el mismo periodo hasta un máximo del 41,42 por ciento.