Andres Cardenal, Sala de Inversión América.
El euro sigue fuerte frente al dólar como consecuencia de una política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) menos flexible que la de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que favorece a la divisa comunitaria.
No obstante, los problemas tanto de Grecia, Irlanda como de Portugal y España no parecen encontrar una solución definitiva, por lo que debilita el valor del euro y produce ciertas dudas sobre su evolución a medio plazo.
El euro-dólar encontró soporte en el nivel de 1,295-1,29 dólares entre los meses de noviembre y enero, mientras que la zona de 1,343 se comportaba como resistencia. Al romper al alza a mediados del mes de enero, el cruce produjo una marcada tendencia al alza que encontró resistencia en 1,40, nivel que, al ser vulnerado, pasó a actuar como soporte a finales de dicho mes.
Por el momento, la tendencia positiva se mantiene con retrocesos bastante moderados. Merece la pena observar que el estocástico se mantuvo por encima de la zona de 60 durante gran parte de este período hasta que señaló nuevos máximos próximos a los 1,495 dólares a comienzos del mes de mayo. Desde entonces, se ha producido un fuerte descenso en el par que respeta el soporte en la zona de 1,40 con el fin de recuperar el impulso al alza a finales del mes pasado.
Por ahora, el euro no ha conseguido romper la resistencia ubicada en los 1,47 dólares, nivel que podría ser de relevancia dado que si logra quebrarlo, el par intentaría probar de nuevo la zona de 1,50, máximos del año.
Respecto a los soportes, los 1,40 dólares han demostrado su fuerza en bastantes ocasiones, por lo que por debajo de la zona se puede considerar que el cruce busque las cercanías de 1,343 dólares.