Carlos Montero.
Hacia finales de mayo, cuando el mercado americano encadenó cuatro semanas de caídas consecutivas, nos preguntábamos que estaban haciendo los insiders y si estaban vendiendo en el desplome. Esta cuestión no era banal, ya que los investigadores de mercado han encontrado que una de las cosas más bajistas que puede pasar es que los insiders vendan cuando el mercado cae. Vender en las subidas, en cambio, es relativamente benigno. La conclusión en esa fecha es que eran vendedores pero no en un grado de alarma.
Sin embargo, los datos posteriores de mayo y principios de junio indicaron un fuerte incremento en las ventas, dando las primeras señales de preocupación en el mercado.
Pues bien, tras dos semanas más de caídas y con los índices europeos y estadounidenses tocando mínimos de tres meses, el último informe de actividad de los insiders de Vickers que recoge Mark Hulbert muestra datos sorprendentes.
Los insiders están formados por autoridades de la empresa, directivos y accionistas especialmente relevantes. Ellos están obligados a informar a la SEC casi de inmediato de cada compra o venta de acciones de sus empresas, y muchos inversores prestan una gran atención a los patrones en sus transacciones – en teoría son los que más información tienen sobre las perspectivas de sus empresas.
De acuerdo a los analistas que han investigado muy de cerca el comportamiento pasado de los insiders, habría sido un signo particularmente inquietante si se hubieran seguido vendiendo acciones al mismo ritmo acelerado que en semanas anteriores. Eso hubiera significado que tenían poca confianza en que el precio de sus acciones se recuperara en el corto plazo.
Y es que los datos recogidos durante la primera semana de junio mostraban que los directivos de las empresas no solo estaban manteniendo las ventas de semanas precedentes, sino que estaban incrementándolas.
Sin embargo, según el último informe de Vickers Weekly Insider, los insiders han cambiado su operativa de una manera radical. Las ventas en la semana pasada bajaron un 32% respecto a la anterior, mientras que las compras subieron un 33%.
Como resultado, el ratio semanal de ventas a compras de los insiders está ahora en su mejor nivel desde la primera semana de septiembre de 2010. Durante esa semana el Dow Jones cotizó entre 10.000 y 10.450, casi 2.000 puntos por debajo de los niveles actuales.
Hulbert lo dice claramente, los datos semanales de los insiders son volátiles, como vimos en el cambio de postura de finales de mayo y principios de junio. Así que el panorama podría cambiar rápidamente.
Pero es alentador, sin lugar a dudas, ver como los insiders han desistido en sus ventas de hace dos semanas y ahora comienzan a aprovechar las recientes caídas para adquirir acciones. Si los datos de la última semana hubieran confirmado la tendencia de agresivas ventas por parte de los insiders, habrían saltado las alarmas bajistas. Así, todavía quedan argumentos válidos para los inversores optimistas.