Publicamos el extracto de un interesante estudio de investigación realizado por la Reserva Federal de San Francisco, en el que se resume las causas, y la magnitud del importante daño que la Gran Recesión de 2007-2009 ha provocado en el consumo personal de EE.UU., y que se sigue arrastrando a día de hoy. Antes, hay que hacer notar que EE.UU. es el consumidor mundial por excelencia, y el poder de compra de sus ciudadanos soporta en gran medida el resto de economías mundiales. Una contracción en el consumo personal americano, lleva a una recesión económica a nivel global. Como así ha sucedido.
Veamos la nota de investigación de la FED de San Francisco:
A mediados de la década del 2000, una enorme burbuja especulativa surgió en EE.UU. Un entorno acomodaticio de tipos de interés, leyes hipotecarias laxas, regulación hipotecaria ineficaz, y un crecimiento sin control de la titulización de préstamos, dio fruto a una expansión excesiva del endeudamiento consumidor.
La afluencia de nuevos compradores al sector de la vivienda, debido al crédito fácil, hizo subir el precio de los inmuebles a niveles sin precedentes en relación a las rentas o a los ingresos disponibles. La rápida apreciación de los valores inmobiliarios suministraba a los propietarios cientos de miles de millones de dólares por año en efectivo disponible, aumentando significativamente el gasto del consumidor. La orgía del consumo fue acompañada por un rápido aumento de la deuda de los hogares en relación con los ingresos y la disminución de la tasa de ahorro.
El persistente aumento del valor de las casas, alentó a los prestatarios para facilitar el crédito aún más, en la asunción de que la apreciación del precio de la vivienda continuaría.
Pero cuando estas proyecciones tan optimistas no se materializaron, la burbuja comenzó a desinflarse, lo que desató una cadena de acontecimientos que condujeron a una crisis financiera y económica. La “Gran Recesión” que comenzó en diciembre de 2007 y finalizó en junio de 2009, fue la contracción más severa desde 1947.
La Gran Recesión provocó un cambio dramático en el comportamiento del gasto de los hogares. El gasto real por consumo personal desarrolló una tendencia bajista durante seis trimestres, la tasa de ahorro personal se triplicó, y los hogares comenzaron un sostenido proceso de desapalancamiento que está todavía en curso.
La cantidad de consumo personal perdido desde la Gran Recesión en comparación con los niveles antes de la recesión es bastante grande. Desde diciembre de 2007 a mayo 20011, el consumo por persona cayó 7.300$ o casi 175$ al mes.
A continuación traemos a estás páginas los cuatro simples gráficos que a juicio de Pragmatic Capitalism, explican la debacle económica de EE.UU., y por extensión, la de muchos de los países desarrollados.
“La debacle económica en cuatro simples gráficos”