La compañía sueca de telecomunicaciones Ericsson venderá a la japonesa Sony el 50% de Sony-Ericsson, la sociedad conjunta que ambas mantenían en el negocio de telefonía móvil desde octubre de 2001, por lo que la multinacional nipona pasará a controlar el 100% del accionariado de esta sociedad, que pasará a ser una división independiente integrada en el seno de Sony.