Telefónica reducirá su catálogo de smartphone(teléfonos inteligentes), que asciende actualmente a unos 270 dispositivos, hasta un cifra inferior a los 100 terminales con el fin de lograr mayores ahorros y, además, se plantea en un futuro limitar e, incluso, eliminar «ataduras» para los clientes como, por ejemplo, los contratos de permanencia.