La empresa fabricante de las pulseras Power Balance se encuentra al borde de la bancarrota a raíz de una demanda civil presentada por varios clientes en EEUU cuyo desenlace impone a la compañía asumir el pago de indemnizaciones por importe de 57 millones de dólares (42,5 millones de euros) por publicidad engañosa, según informa el portal ‘TMZ’.