La operadora estadounidense AT&T ha anunciado que aplicará un cargo de 4.000 millones de dólares (3.000 millones de euros) a sus cuentas del cuarto trimestre de 2011 para reflejar los potenciales gastos de la ruptura de su acuerdo con Deutsche Telekom para comprar T-Mobile en caso de que la operación no reciba la aprobación de los reguladores.