La administración concursal de Clesa, empresa de Nueva Rumasa, ha solicitado la apertura de la fase de liquidación, al entender que no existen posibilidades reales de alcanzar un acuerdo que permita la continuidad de la compañía, y «se prevé que el concurso de acreedores sea calificado culpable», con lo que se derivarían responsabilidades patrimoniales frente a la familia Ruiz-Mateos, según Iure Abogados.