Lasañas congeladas y productos similares estaban entre los artículos.
Seis cadenas de supermercados franceses han retirado una serie de productos que incluían carne de caballo pero que estaban etiquetados como carne de ternera como lasañas congeladas y productos similares.
La sección británica de la marca de comida congelada Findus ya retiró su lasaña la semana pasada después de que la empresa francesa Comigel, una de sus suministradoras, alertara del fraude. Los gobiernos francés y británico han anunciado sendas investigaciones y que castigarán a los responsables del fraude con esta carne de caballo, presuntamente originaria de Rumanía.
La Federación de Empresas del Comercio y la Distribución francesa, que agrupa a los grandes supermercados galos, ha anuncaido este domingo la retirada de varios productos de Findus y Comigel ante el riesgo de etiquetados fraudulentos parecidos. Las cadenas de supermercados Auchan, Casino, Carrefour, Cora, Monoprix y Picard forman parte de la federación.
Una investigación preliminar francesa ha revelado que la carne de caballo llegó a la fábrica de Comigel en Luxemburgo tras ser suministrada por una empresa francesa y que también están implicados comerciantes chipriotas y holandeses. El origen parece ser un matadero rumano.
«Tenemos lo que parece ser un fraude a gran escala que afecta a toda Europa y que pretendía ganar dinero para ciertas empresas, aunque no sabemos exactamente cuáles», ha señalado la ministra de Sanidad francesa, Marisol Touraine, en declaraciones a la radio France Inter.
El viceministro de Economía Social, Benoît Hamon, ha señalado en declaraciones a ‘Le Parisien’ que el fraude ha generado beneficios de unos 300.000 euros y que podría estar en vigor desde el mes de agosto. Una de las claves, según Hamon, será determinar si la gigante del procesamiento Spanghero conocía el hecho o si fue engañada también.
Spanghero por el momento ha emitido un comunicado en el que asegura que compró la carne etiquetada como ternera de origen rumano y que la vendió sin procesar. Además ha anunciado su intención de emprender acciones legales contra la empresa que se la vendió. Comer carne de caballo está considerado como tabú en Reino Unido, pero sí era habitual en Francia, aunque ahora no sea una práctica muy extendida.