21 de las grandes empresas del IBEX 35 invierten en innovación un 1,52% de sus ventas, un porcentaje similar al de las empresas en el Reino Unido (1,55%) o en Francia (2,14%), pero todavía lejos de las compañías alemanas (3,50%).
España no se encuentra en las primeras posiciones en ninguno de los índices nacionales e internacionales sobre innovación.
Madrid, 12 de febrero de 2013. Las grandes corporaciones del IBEX, junto con las compañías de menos de 1.000 empleados, son las empresas que más invierten en innovación en España. El mercado español refleja una sensible diferencia entre la inversión en I+D de las grandes compañías del IBEX, las que tienen más de 1.000 empleados y el resto, según se desprende del informe Temas candentes de la innovación, elaborado por PwC.
Las empresas de menos de 1.000 empleados son las que destinan un mayor porcentaje de sus ventas a innovación, un 2,2%. En cambio, las de más de 1.000 empleados -a excepción del grupo de grandes compañías cotizadas- invierten únicamente un 0,7%, lo que supone un escaso 31% del total de inversión empresarial en I+D, un ratio muy alejado del de otros países como Alemania (78%), Francia (70%) o Reino Unido (67%).
El grupo de grandes corporaciones del IBEX invierte en innovación un 1,52% de sus ventas, un porcentaje similar al de las empresas en el Reino Unido (1,55%) o en Francia (2,14%), aunque todavía lejos de las compañías alemanas (3,50%). Según The EU Industrial R&D Investment Scoreboard, 21 empresas españolas (18 con facturación superior a 500 Mill Eur) están entre el millar de compañías que más invierten en I+D en Europa. Y lo hacen con ratios de intensidad muy similares al de sus homólogas europeas, aunque todavía se encuentran ligeramente por debajo de la media comunitaria.
El informe asegura que deberán ser las grandes corporaciones las que impulsen y lideren la innovación en España. En este sentido, reforzar su rol sería beneficioso para facilitar la concentración de pymes o para apoyar la internacionalización de los pequeños emprendedores. Al mismo tiempo, también debe revisarse el papel que juega el sector público en el mercado de la innovación.
Aproximadamente el 50% de la inversión en I+D procede del sector público, un porcentaje bastante superior al de países como EE.UU (30%) o Reino Unido (33%). Sin embargo esta inversión no ha logrado colocar a España en las primeras posiciones en ninguno de los índices nacionales e internacionales (ver cuadro). El sector público mantuvo buenos índices de inversión hasta 2009, pero entre ese año y 2011 cayó su inversión en innovación. Ante esta situación, para poder ser realmente competitivos, por un lado debería incrementarse la inversión privada y, por otro lado, el sector público tendrá que hacer más con menos.
El estudio propone una serie de acciones para lograr una mayor eficacia de la inversión pública. La primera de ellas recomienda que la Administración defina y lidere una estrategia de innovación única gestionada según criterios de rentabilidad y eficacia de la inversión, que elimine las ineficiencias en la interrelación entre los miembros del sistema (universidad, empresas, distintos ministerios, etc). En segundo lugar, el sector público deberá incrementar la inversión media para, como contrapartida, obligar a aumentar la escala y sofisticación tecnológica de las empresas demandantes de fondos de innovación. Además, la Administración tendría que demandar innovación en los concursos públicos, es decir, fomentar políticas fiscales para estimular la demanda. Y, por último, es necesario crear las condiciones para que el nivel del emprendimiento español sea más tecnológico y de mayor tamaño.
Prioridades de innovación empresarial
El documento destaca la necesidad de reforzar, en el sistema nacional de innovación, el papel del sector privado como impulsor de la innovación en nuestro país. De la misma forma que el sistema anglosajón pivota sobre la fortaleza del mundo académico y su vínculo con el empresarial, y el francoalemán sobre la fortaleza del sector público, en España se debe construir sobre una de sus fortalezas, las grandes empresas. Pero ¿cómo puede el sector privado liderar la transformación del mercado de innovación en España?
Aumentar la ambición. Muchas compañías compañías del IBEX 35 son líderes en sus sectores pero, sin embargo, no son reconocidas como empresas innovadoras. Solamente unas pocas empresas del IBEX 35 han “dado la vuelta” a su modelo de negocio. Un buen ejemplo es Inditex, que ha logrado cambiar las reglas de juego de su sector.
Innovar más allá de las fronteras de la propia empresa. Es necesario abrir a terceros todos los elementos del modelo de innovación: incorporar a los clientes en el proceso de innovación, entender a los competidores en sentido amplio, buscar la cooperación con proveedores, especialistas tecnológicos, etc.
Internacionalizar la innovación. Las compañías deben acercarse físicamente a los polos internacionales de innovación para poder competir a escala global. La internacionalización debe abarcar todas las áreas. Por ejemplo, en el ámbito de la financiación, las compañías deben explorar vehículos externos que permitan crear escala y aprender de gestores profesionales de fondos de capital riesgo.
Aumentar el rigor en la gestión de la innovación. Es importante medir la innovación para poder incentivar y comunicar los éxitos de la innovación. También es relevante generar los procesos necesarios según el tipo de innovación. En los procesos de innovación incremental -aquella que permite defender la cuota de mercado y mantener márgenes- se necesita una mayor disciplina e industrialización. La innovación disruptiva -genera una ventaja competitiva sostenible en su mercado- exige otras métricas de seguimiento y una gestión del fracaso alineada con el nivel de riesgo e incertidumbre.